TCHAIKOVSKY – EL LAGO DE LOS CISNES / BSO de ‘SCOOP’ (2006) – SEMANA DE WOODY ALLEN
Seguramente, a la hora de escoger la banda sonora de esta semana dedicada a Woody Allen, muchos de vosotros pensaríais inmediatamente en los inolvidables acordes de la Rhapsody in blue de George Gerswhin acompañando y dotando de mayor significado las imágenes de Nueva York y la voz del cineasta en la apertura de Manhattan. Una música automáticamente asociada en el imaginario colectivo a la famosa isla, y a toda la ciudad por extensión, al igual que la figura y la obra de este autor y artista polifacético al que le estamos dedicando toda una semana de nuestra vida digital.
Pero como no nos gusta ser predecibles, aunque a veces sea inevitable, nos hemos querido decantar por una instancia más reciente, no tan reconocida, pero sí perfectamente reconocible y, por supuesto, igualmente representativa de las preferencias musicales de Allen. Desde siempre, no ha perdido oportunidad para rendir tributo, y al mismo tiempo, servirse de la magia de la música de los compositores del Romanticismo (llegando hasta aquella mítica perla referida a Wagner y el poderío de su obra) o del jazz (al que profesó su amor, homenajeando de paso al gran Django Reinhardt, en Acordes y desacuerdos).
Sus recientes incursiones en escenarios diferentes a su amada Gran Manzana, como el Londres de Match Point o la Ciudad Condal en Vicky Cristina Barcelona, le han hecho, lógicamente, variar el repertorio en mayor o menor medida, pero con igual acierto tanto a nivel estético como narrativo. Tampoco ha sido nunca muy dado a probar con una partitura original, algo que, recientemente, sólo se encuentra en la fallida El sueño de Cassandra, que cuenta con una destacable composición del maestro Phillip Glass. Ni mucho menos se debe pasar por alto su (casi experimental) incursión en el género musical, la inesperada Todos dicen I Love You.
Para Scoop, comedia típicamente alleniana que parodia los códigos de un género tan clásico como es la intriga, de corte hitchockiana, se sirve de obras tan variadas del periodo romántico como los ballets de Tchaikovsky, las polkas de Johann Strauss o incluso el acompañamiento incidental de Grieg para el Peer Gynt de Ibsen (que recientemente se pudo escuchar, bajo un logrado arreglo electrónico, en La red social). Piezas que denotan una sensación de intriga, misterio, o cuando menos, curiosidad, pero que cuentan a la vez con una cierta aureola de informalidad, de picaresca, lo que permite una lectura en clave de comedia, justo lo que necesita una película de este tipo. El ejemplo lo tenéis, en el video, con los títulos de crédito que abren el film, al ritmo de la suite “Pas de deux”, de esa obra capital del ballet que es El lago de los cisnes.