LA (PEN)ÚLTIMA FRONTERA - JURY DUTY
JURY DUTY (2023), creada por Lee Eisenberg & Gene Stupnitsky
En esta era de crisis de ideas, en la que parece que ya todo se ha inventado y que reciclar y rehabilitar glorias del pasado es la única garantía de éxito, sigue siendo la comedia televisiva el sector que más espacio deja a la innovación con el lenguaje y los formatos: el mockumentary como cauce de la sitcom clásica (The office, Modern family), la batidora de géneros, códigos y referencias sin filtro alguno (Community) o las distintas experiencias de hibridación con el documental (How to with John Wilson, Los ensayos o las ocurrencias de Bo Burnham en el confinamiento) son ejemplos muy claros de este paradigma que ha sido y sigue siendo tendencia en lo que llevamos de siglo XXI.
En esta línea, el tándem Lee Eisenberg-Gene Stupnitsky -guionistas en la versión estadounidense de The office- y el director Jake Szymanski, curtido en factorías tan prolíficas como las de Saturday Night Live o Funny or Die, nos traen una serie que no sólo juega con los límites de la comedia, sino que explora las últimas fronteras entre ficción y realidad. Haciendo hábil uso de los mecanismos y las posibilidad del reality televisivo, Jury duty da una o dos vueltas de tuerca más al mockumentary y nos presenta una especie de mini "show de Truman" dentro de las paredes de un juzgado.
Un ciudadano anónimo acude a su deber público como jurado popular en un proceso civil aparentemente sencillo que, poco a poco, se va tornando en una sucesión de esperpentos y situaciones rocambolescas. Y así ocurre porque, precisamente, todo está orquestado y todos los demás intervinientes en esta farsa -los demás miembros del jurado, los alguaciles y hasta el propio juez- son actores que realizan un papel -algunos de ellos también guionistas de los episodios y otros incluso con experiencia previa en el ejercicio de la abogacía-... pero este nuestro protagonista involuntario es el único que no lo sabe.
Las maravillas de la creatividad humana permiten ofrecer dentro de un mismo formato un experimento sociológico sobre la conducta humana con una sitcom de lo más rocambolesca, en la línea de las tendencias que han redefinido la comedia televisiva en el siglo XXI. O cómo una persona corriente reaccionaría de manera natural a la hora de lidiar con situaciones y personajes de lo más pintorescos, es decir, cómo (sobre)viviría en una telecomedia sin ser consciente de ella.
El resultado es tan redondo que ha colado un producto de una plataforma pequeña y muy joven (Freevee, subsidiaria de Amazon) entre las nominadas a Mejor Serie de Comedia en los Emmys, en los que también suma una nominación como actor de reparto para James Marsden por lo que es, básicamente, una autoparodia de sí mismo como vieja estrella de segundo nivel en horas bajas. Y ojo con Ronald Gladden, nuestro héroe anónimo, que demuestra un gran potencial -si bien inconsciente- para la pantalla y podría ser un gran descubrimiento -si bien accidental-.
No tengo ninguna duda de que veremos esta serie en las listas de lo mejor del año.