FESTIVAL DE CINE DE MADRID – PNR 2011: LA CRÓNICA

VEINTE AÑOS Y ALGUNOS DÍAS

Llegó el Festival de Cine de Madrid - PNR a su vigésima edición dando el pistoletazo de salida en un enclave multidisciplinar y abierto recientemente: el Colectivo La Latina. Invitados, presentadora, cañas, algún que otro rostro conocido y diversas piezas audiovisuales dieron como resultado un ambiente festivo y agradable y fueron el preludio de una semana llena de -nos atrevemos a decirlo- buen cine.

El lugar de la inauguración no ha sido la única novedad de este año. Hay que dar la bienvenida al espacio CAMON, sobre todo porque encaja con los que pensamos que el conocimiento -y el cine como medio de conocimiento- es un terreno de experimentación constante para compartir. De la misma forma, mucho más que pertinente es que precisamente allí se haya organizado de manera amplia el homenaje a Mercedes Gaspar. Estuvieron Mercedes Miguel y Alberto Úbeda presentando el libro “Mercedes Gaspar, una artista total” y allí se han proyectado los cortometrajes de la cineasta. Sin duda, la obra de Gaspar es singular por su atrevimiento constante. Prueba de ello es una de sus piezas más recientes, el videoclip de la canción “Bikini” interpretada por Carlo Coupé. Todos sus elementos (croma, multipantallas, filtros chillones...) recuerdan a aquellos experimentos sobre el vídeo, cuando todavía el medio ejercía tal fascinación que devenía su propio fin. Sin embargo, Gaspar puede situarse ya en la conciencia del uso de la imagen electrónica como material artístico y sus posibilidades y su práctica artística se sitúa en la mezcla de técnicas y géneros.

Cortometrajes hemos visto muchos, y no sólo, claro está, los de esta cineasta de Calanda. Cada tarde ha estado concurrido el Círculo de Bellas Artes, donde se proyectaban la mayor parte de cortometrajes y largometrajes del festival. Ahí hemos visto la Sección Oficial de cortometrajes realizador por socios de la PNR (Plataforma de Nuevos Realizadores), artífice del Festival de Cine de Madrid, que se inició como una muestra de cortometrajes de los socios de dicha plataforma. En este apartado, cabe destacar piezas conmovedoras como Andrés y Javier, que remueve la conciencia sobre una noticia ya arrinconada, la del primer bebé concebido genéticamente en España que nació para salvar a su hermano. Ha habido también un guiño al propio rodaje con Ensayo de actores y a la película más mainstream de Michael Haneke, Funny Games, con Los huevos de Fany.

Entre los cortometrajes de la PNR, algunos competían a la vez en esta sección de socios y en la sección oficial de cortometrajes. Es el caso de Rött Har | Svart, un fake dirigido por Alfonso Díaz y Luis Ángel Pérez que está ambientado en Suecia y tiene como protagonista a Francisco José, un joven que descubre ser pelirrojo negro. Su excelente realización, así como su cuidada fotografía, narración y dirección de actores hacen que esta breve pieza deje de contribuir a lo anécdotico para convertirse en una apuesta seria dentro del panorama de cortometrajes, tan seria que dentro de la Sección Oficial se ha llevado el Premio al Mejor Cortometraje Socio PNR 2011.

Pero son varios los cortometrajes de factura elaborada dentro de la Sección Oficial de Cortometrajes. Siguiendo con los tintes nórdicos, 15 summers later transcurre en Noruega, a la orilla del mar y en un solo plano general de cinco minutos. En él vemos a una pareja descansando, a la cual se les acerca Halvard, un chico que afirma conocer a Laila, la chica de la pareja. Ella no se acuerda demasiado bien, pero él sí. Los rencores del pasado todavía no han desaparecido.

Con tintes de verano, aunque muy distintos, se halla Matar a un niño de los hermanos Esteban Alenda. Trata de lo mismo que indica su título, de la muerte de un niño feliz -Roger Príncep- a las diez en punto. Está compuesto en su mayor parte por fotografías, en un terreno colindante con el cine de corte más clasico, la fotonovela y la animación. En esta última técnica se basa el que se ha llevado el segundo premio al mejor cortometraje 2011: Ámár, de la ya reconocida animadora Isabel Herguera. El premio al mejor cortometraje lleva también nombre de mujer, aunque en el título: Marina del prolífico director Álex Montoya.

De corte más metalingüístico, Astronaut on the roof y ¿Te vas? merecen también una mención aquí por lo original de las propuestas. Injusto es aunar los dos cortometrajes, aunque algo sí tienen en común: su reflexión acerca del lenguaje.

Ha habido también cortos más desenfadados, como el del popular actor Javier Veiga, ¿De qué se ríen las hienas? o el de Cristina Alcázar, Aunque todo vaya mal, una apuesta musical que se ha llevado el Premio del Público en esta edición del Festival.

Pero no todo han sido cortometrajes. Hace ya tres años que se incorporó al Festival la categoría de largometrajes. El Festival de Cine de Madrid ha exhibido cinco películas, algunas de ellas dignas de estar en el Festival de Cine de San Sebastián que ya ha arrancado estos días. Se ha llevado el Premio al Mejor Largometraje 2011 la conmovedora Los dioses de verdad tienen huesos, un documental sobre la vida en Guinea Bissau. El jurado joven otorgó también su premio a dicho largometraje. Con vocación documental se halla también Al otro lado del mar, que tiene como protagonista a la poesía oral, esa herencia que parece irse perdiendo. El propio director, Gonzalo Ballester (en la imagen) afirma que el futuro del trovo en España no es demasiado esperanzador porque no existe recambio generacional, sobre todo entre el público de los troveros. Tres propuestas más completaban la programación de largometrajes: 90 minutos & I love you de Zacarías de la Rosa y Julieta Martín, El hombre de las mariposas de Maxi Valero y Perro flaco de Ernesto Martín.

El Café Galdós, ubicado muy cerca del Círculo de Bellas Artes, ha constituido el transvase entre público, curiosos y cineastas con las sobremesas que cada día traían a los protagonistas del festival, sobre todo a los involucrados en los largometrajes, en un movimiento que recuerda y refuerza lo que decíamos al principio, “el conocimiento -y el cine como medio de conocimiento- es un terreno de experimentación constante para compartir”.

Son sólo éstas algunas de las cosas que se han visto en el Festival de Cine de Madrid, y es que faltaría hablar de la sesión dedicada a Documenta Madrid '11, del ciclo Experimenta: nuevo cine y Cine posible, además de la sección dedicada este año a La-Mancha en femenino. Ha llegado, retomando, esta vigésima edición del Festival de Cine de Madrid – PNR a su fin, con una frescura que huele a que hay Festival para rato, con ese riesgo y ese esfuerzo de quien no se da por sentado. Que así siga.

Más información

Palmarés 2011

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