BLOOD RED SHOES – IT’S GETTING BORING BY THE SEA / BSO de 'SCOTT PILGRIM CONTRA EL MUNDO' (2010) de Edgar Wright

No se puede negar el gran potencial del cine como trampolín de popularidad para determinadas canciones, y por extensión, para los artistas detrás de ellas. Máxime, si hablamos de las películas perteneciente a esa grupo tan difuso y poco definido englobado bajo la coletilla "de culto". Sin duda, el caso de Scott Pilgrim contra el mundo, la cual no únicamente defiendo a capa y espada como una de las mejores películas de los últimos veinte años, y probablemente la más fundamental para el medio cinematográfico desde Memento... pese a que me pueda costar la crucifixión dialéctica, no vacilo en afirmar que la infravalorada película de Edgar Wright es el Ciudadano Kane de la era multimedia. He dicho.

Por tanto, no me quiero ni imaginar el privilegio que ha sido para algunos de los grupos presentes en su atractiva y eficaz banda sonora el formar parte de esta genialidad llamada a ser clásico para la posteridad, compartiendo además créditos con bandas tan míticas como los Rolling o T.Rex y artistas más que consagrados como Beck. Para los no especialmente musicófilos, esta ha sido probablemente la primera ocasión en la que han escuchado al dúo británico Blood Red Shoes. No me las voy a dar ahora de gran conocedor de la escena musical alternativa, pero sí me voy a permitir el lujo de comentar cómo sí los conocía de antes de escucharlos en esta película... o en la serie Misfits, cuya tercera temporada incluye este mismo tema en su primer episodio (en sonido diegético, curiosamente).

Siendo yo algo más imberbe, durante mi año de Erasmus en la eterna Roma (a donde se remontan los orígenes de esta web), un amigo italiano me invitó al concierto de su banda, que servirían de teloneros a un dúo de britpop procedente de Brighton. Los conocí, me reí y me tomé unas copas con ellos, y al volver a casa, empecé a buscar más material de ellos en Internet, dándome cuenta de la relevancia que ya tenían en la escena anglosajona. Tres años después, con una fama creciente, los escucho en esta misma película. Si el mundo ya es pequeño de por sí, el audiovisual lo vuelve todavía más chico.

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