INMADUROS POR FUERA, TIERNOS POR DENTRO – ‘PRIMOS’, de Daniel Sánchez Arévalo
PRIMOS (2011) de Daniel Sánchez Arévalo
Daniel Sánchez Arévalo amplía y desarrolla su cortometraje Uno de los primos para divertir al público con una comedia al estilo más tradicional. Sin el tono melodramático de sus trabajos anteriores (AzulOscuroCasiNegro, Gordos) el director madrileño considera esta película “la más personal” de su filmografía.
La primera escena de Primos seduce al espectador que queda anclado en su butaca escuchando el magnífico monólogo que sitúa al protagonista en una posición terroríficamente humillante: le han dejado plantado en el altar. Así conocemos a Diego que nos cuenta mirando a cámara su desolación. Pero en un arranque de optimismo, Primos nos dice que todo tiene solución cuando tienes quien te ayude: sus primos Julián y Miguel le llevarán a Comillas, el pueblo donde veraneaban durante su infancia, para que vuelva a recuperar las ganas de vivir y, si es posible, a su primer amor, Martina.
Esta es la historia del regreso al pueblo no de un héroe, sino de unos primos en el sentido negativo de la palabra. Una vez que llegan a Comillas, descubriremos que Diego no es el único que está desorientado en la vida. Por motivos muy distintos, los tres buscan algo que les lleve a madurar y a poder sentirse cómodos en el mundo en el que viven. Para curar las heridas nada mejor que volver al idílico pasado, a las fiestas patronales del pueblo. Con un dulce aire nostálgico, el director filma Comillas y llega a los recuerdos de tantos espectadores que han pasado sus mejores veranos en el pueblo, un universo único para aquellos que lo han experimentado. Los tres primos se reencuentran allí con sus orígenes y, al ver su evolución, empiezan a comprenderse mejor a sí mismos, lo que les ayudará superar sus miedos y malos hábitos que han adquirido con los años.
“Primos es un tratado sobre la estupidez masculina”, así define el tema de su película el director. Sin embargo, estos estúpidos son adorables y el espectador queda atrapado rápidamente a su inocente encanto. Arévalo subraya en Primos la diferencia entre los hombres y las mujeres: ellas van un paso por delante, son más valientes y, sobre todo, maduran antes, tomando el control de la situación, a veces, de manera excesiva, como la novia de Miguel, el primo débil. Por eso, la contraposición sexual resulta aún más ingeniosa haciendo que los tres chicos queden siempre por debajo cuando están cerca de las mujeres y que sus flaquezas queden a la luz.
Sin embargo, los tres primos también son muy distintos entre ellos. A través de divertidas situaciones, vemos tres perspectivas del proceso que hay que vivir para llegar a ser un adulto y de las situaciones que se dan cuando uno se queda a medio camino por diferentes razones. Uno de los grandes aciertos del guión, se encuentra en que cada uno encontrará en el pueblo a otra persona en la que se verán reflejados y a la que tratarán de ayudar. A través de esta interacción con los personajes secundarios, conseguirán enfrentarse a sus pecados y dar, por fin, el paso hacia una nueva etapa en sus vidas.
El guión, muy bien construido en el que todo se cuenta en su debido momento y siempre acompañado de divertidos diálogos, luce muy eficazmente gracias al gran reparto: con Quim Guitiérrez como protagonista acompañado de un gran Raúl Arévalo que acapara la atención y a Adrián Lastra en su papel de débil que sufrirá la evolución más visible. Inma Cuesta como Martina, representa el primer amor y dota de un encanto especial a cada escena que interpreta.
Pero, ante todo, Primos pretende divertir y no enredar al espectador en profundas reflexiones. La comedia en estado puro vuelve a las salas para representar a nuestro cine en unas semanas donde los grandes estrenos de Hollywood que optan al Óscar acaparan los carteles.