LOS 10 ESTRENOS MÁS DESTACADOS DEL VERANO

DE WESTERN A WESTERN

Fuera exámenes (o no), dentro vacaciones (aunque en este país muchos estemos de “vacaciones permanentes”), dentro calor, y todo lo que surja. Pero el cine no para, aunque muchas veces no tenga sentido mantener las sesiones previas a las 7 de la tarde, salvo por masoquistas a quienes guste el morir achicharrados. Lo cierto es que el panorama es mucho más esperanzador que en el pasado verano, en el que, para llegar a la simbólica decena, se tuvieron que incluir obras con poco valor más allá del friki-nostálgico (que puede ser suficiente, por supuesto), como El equipo A o Los mercenarios. En cambio, en estos tres meses (dos y medio, técnicamente), que ayer arrancaron, el número de propuestas llamativas es mucho mayor, viéndome obligado a dejar algunos estrenos muy interesantes fuera de la lista, muy a mi pesar.

Y eso que ya hemos partido del punto de no dar más publicidad de la que ya tienen a la considerable cifra de futuribles blockbusters que arrasarán en la taquilla estival (o quizás, por demasiada acumulación, se acabarán atropellando mutuamente). Salvo una excepción, imposible de omitir, que será a este verano el gran estreno, con mayúsculas, tal como lo fue Origen el pasado agosto, con altas expectativas, más que satisfechas. Hablo, por supuesto, de Super 8, cuyas similitudes de producto con el film de Nolan no se quedan ahí, resultando sospechosamente coincidentes: ambas se enmarcan de lleno en el género fantástico y de ciencia-ficción, ambas prometen una conveniente reflexión existencial a mayores del componente de espectáculo (aunque en el caso de la segunda parece de más índole sociológica y no psicológica) y además, esta cuenta no con una, sino con dos de las grandes mentes creativas del género y del momento. Esperemos que el resultado final al menos se acerque, aunque sea vagamente, a la excelencia de Origen. Ya sería un gran logro.

Una meditada decena que se abre con un western de corte más puro, este mismo fin de semana, y que prácticamente echará el cierre con otro western, ya más híbrido y mutado. Aquí os van.


Blackthorn. Sin destino (1 de julio): este mismo fin de semana llega este western de producción nacional, que revisa en clave crepuscular la leyenda de un tardío Butch Cassidy (Dos hombres y un destino), regresado a Estados Unidos ya sin The Sundance Kid. El encargado de tal iconoclastia no es otro que Mateo Gil (Nadie conoce a nadie, co-guionista de Tesis y Abre los ojos). Sam Shepard ocupa el papel protagonista mientras que Eduardo Noriega se convierte en su nuevo compinche, y Stephen Rea completando el reparto. Se rodó íntegramente en Bolivia, precisamente el lugar donde se supone que mataron al mítico forajido. Seleccionada en competición en el último Festival de Tribeca.

Cirkus Columbia (15 de julio): retorno de Danis Tanovic, autor bosnio que empezó a ganar fama (y producción) internacional desde la aclamada En tierra de nadie (Oscar a la Mejor Película Extranjera en 2002). Tras su periplo europeo, regresa a casa, tal como el protagonista de esta película, emigrante en Alemania que vuelve tras la caída del comunismo a arreglar las cosas con su hijo, en los albores de la explosión de la cruenta guerra de los Balcanes, que tuvo en Bosnia-Herzegovina su escenario más sangriento. A modo de curiosidad, algunos reconoceréis a la croata Mira Furlan, la náufraga francesa Rousseau en la serie Perdidos. Menudo galimatías de acentos le han colado al público del planeta.

Paul (22 de julio): tras parodiar de la manera más hilarante subgéneros tan reconocibles como el de “no muertos” (Zombies party) y los buddy cops (Arma fatal), el desternillante tándem protagonista, Simon Pegg & Nick Frost, se independizan ahora de Edgar Wright (director de las anteriores) y firman íntegramente el guión de esta prometedora comedia que se atreve con la búsqueda de extraterrestres, un subgénero ya bastante cómico por sí solo, incluso cuando no lo pretende, y que los británicos llevan a su extremo más friki e irreverente. La dirección la firma ahora Greg Mottola (Supersalidos, Adventureland), de la escuela de Judd Apatow. Dos grandes vertientes de la comedia reciente que se encuentran, y pueden dar mucho de sí.

El hombre de al lado (22 de julio): una propuesta arriesgada que, por no variar, llega con retraso a nuestras salas. Tragicomedia existencial de corte intimista, de marcada influencia teatral pero usando sus moldes no como corsé, sino como recurso. Del tándem Mariano Cohn-Gastón Duprat, reponsables de El artista o la reciente Cariño, voy a comprar cigarrillos y vuelvo, por supuesto, inédita en España.

El caso Farewell (5 de agosto): otro gran proyecto, con cierto toque raruno, y dos años de retardo. Los directores Emir Kusturica y Guillaume Canet se pasan ahora al otro lado de la cámara e interpretan a los dos principales protagonistas de uno de los mayores casos de espionaje del siglo XX, durante los últimos coletazos de la Guerra Fría. Dirige Christian Carion (Feliz Navidad). Nuestra colaboradora María Sánchez ha podido asistir a un pase previo y en breve nos comentará sus impresiones.


Super 8 (12 de agosto): dos grandes mentes creativas y mercadotécnicas, necesariamente condenadas a encontrarse. Produce Steven Spielberg y escribe y dirige J.J. Abrams, pasado/presente y presente/futuro, respectivamente, de los géneros fantástico y de ciencia-ficción, con un tono y una sensibilidad lo suficientemente semejantes, y significativamente diferentes, como para que este combinación de visión y talento pueda dar lo mejor de sí misma. La propuesta parece un cruce de Los Goonies con el primerizo universo Fringe, ambos productos con el respectivo sello de estos creadores. La inocencia ante lo fascinante (o bien terrorífico) de Spielberg (Encuentros en la 3ª fase, E.T.) más la atmósfera post-apocalíptica de Abrams (Monstruoso o incluso Perdidos), pese a unas primeras críticas más bien tibias, coparán las conversaciones sobre cine de este verano. En el reparto destacan por Elle Fanning (Somewhere), Kyle Chandler (Friday night lights) y Noah Emmerich (El show de Truman, The walking dead).

13 asesinos (12 de agosto): y de un refrito/actualización más o menos logrado de ciencia-ficción setentera y ochentera, pasamos,el mismo fin de semana, a un remake del clásico japonés homónimo, una revisión en clave explícita y colosal bajo el estilo cruento, barroco y splatter de Takashi Miike (Ichi the killer, Llamada perdida), que aunque parezca muy contenido en el trailer, nos dará sangre y violencia a borbotones en más de un lance. Una superproducción que promete grandes escenas de bantalla. Premio del Público en Sitges y seleccionada en Venecia.

La piel que habito (2 de septiembre): vuelve Pedro Almodóvar, el cineasta patrio más internacional, sonado, comentado y creador de eternas controversias, adaptando la novela de Thierry Jonquet, inmejorable base para que el manchega de rienda suelta, una vez más, a las obsesiones más profundas y enfermizas de la mente humana, ahora ya metiéndose directamente en la delicada zona del terror psicológico, que tantos frutos le puede dar al cineasta. Bien acogida en Cannes aunque, de nuevo, no lo suficiente como para llevarse el gran trofeo, y que seguirá rodeada de polémica desde ya antes del estreno. El manchego recupera a su viejo “muso” Antonio Banderas, 21 años después de la magistral ¡Átame!, su última trabajo juntos, y le dará la réplica Elena Anaya, que debuta con el director. Completan el reparto otra de sus musas, Marisa Paredes, así como Eduard Fernández o Bárbara Lennie.

Cowboys & Aliens (2 de septiembre): el título no engaña, se trata de un peculiar híbrido de western y ciencia-ficción, en la que los indios de turno vienen de muy muy lejos. Puede que suene a blockbuster chapucero y salchichero, o a subproducto de serie B cuyas únicas pretensiones con posibilidad de funcionar serían las humorísticas. Pero su base está en el cada vez más “oficialmente” valorado arte del cómic, adaptando el texto homónimo de Rosenberg, Van Lente, Foley y Lima. Y detrás de tal menester están nada menos que Damon Lindelof (co-creador y responsable de Perdidos), Alex Kurtzman y Roberto Orci (creadores y responsables de Fringe), con el eficiente Jon Favreau (Iron Man) en la silla del director. Una ficha técnica que convierte esta premisa bastante simplona en prometedora, y que además, cuenta con un reparto destacado y variado. Dos héroes de saga como Daniel Craig y Harrison Ford están secundados por Olivia Wilde (House), Paul Dano (Pequeña Miss Sunshine), Sam Rockwell (Moon) y el veterano Keith Carradine (Los duelistas).


Dinero fácil (9 de septiembre): el mejor noir moderno viene de Escandinavia, tanto por su exitosa literatura al respecto como por sus pertinentes adaptaciones al celuloide, antes de que el gigante hollywoodiense se los apropie indebidamente. Todavía en plena fiebre de Stieg Larsson, con la primera de las adaptaciones yankees de la saga Millennium a la vuelta de la esquina, Daniel Espinosa adapta la primera obra de la “trilogía negra de Estocolmo”, de Jens Lapidus, que lleva el género a su vertiente más puramente criminal y mafiosa. El protagonista no es otro que Joel Kinnaman, el carismático y heterodoxo agente Holder de la flamante serie The Killing, adaptación a su vez de una original danesa.


Muchas se han quedado fuera, y no es improbable que estas sean mejor que las que han pasado el corte. Sólo se podrá evaluar llegado el momento, pero de todas formas, nunca se debe dejar pasar la oportunidad de disfrutar de alguna película medianamente interesante. Os hayáis ido de vacaciones o no, feliz verano. Y tranquilos, que nosotros no nos vamos.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

RSS
Suscríbete por correo
Instagram