ACERCA DE 'THE END: UNA ANTOLOGÍA CINEMATOGRÁFICA'

MAXIMILIANO CURCIO, UN ARTICULADOR DE LAS ARTES, PRESENTA THE END: UNA ANTOLOGÍA CINEMATOGRÁFICA

Por Jimena A. Coltrinari

Junto con la editorial Vuelta a Casa (La Plata, Buenos Aires) y el gentil asesoramiento de sus editores Nicolás Soldo y Sergio Sánchez, Maximiliano Curcio acordó publicar una antología personal sobre su estudio acerca de la historia del cine conformada por ocho volúmenes, que incluyen reseñas de películas clásicas, análisis de filmes contemporáneos, archivo fotográfico, semblanzas de directores y estrellas y ensayos acerca de tendencias, géneros y cinematografías de todos los tiempos.

Se convino en ofrecer un material, tanto impreso como digital, que constará de una serie de tomos, en donde cada uno y de forma independiente agrupará un abordaje específico sobre la historia del Séptimo Arte. De esta manera, se buscó una unidad de estilo que permita comunicar al lector de forma homogénea cada temática analizada, a lo largo de las 1850 páginas que conforman la colección, incorporando análisis de 400 películas, 500 fotografías, 60 ensayos teóricos y 60 reseñas biográficas de directores.

Esta colección comprende críticas de películas fundamentales, dividido en dos tomos (100 Grandes Películas y Cine del Siglo XXI), un análisis sobre el cine argentino contemporáneo (Cine Argentino XXI), retrospectiva de género (Cine Negro), biografías de grandes directores (Grandes Autores del Cine Mundial), breves ensayos que testimonian el legado cinematográfico a lo largo de su primer siglo de existencia (El Cine Fragmentado) y dos volúmenes en exclusiva dedicados a un par de autores esenciales (Alfred Hitchcock y Orson Welles).

Con su antología cinematográfica, Maximiliano nos invita a explorar profundamente el apasionante universo del Séptimo Arte, reconociendo géneros, lenguajes, autores, películas y miradas que, desde su enfoque integral, son piezas fundamentales para ensamblar la historia del cine, tanto a nivel nacional como internacional.

Cada uno de los volúmenes de la obra revela que el autor es un pensador estético destacado como un articulador de las artes. Su mirada exquisita se extrapola magistralmente a su escritura, donde plasma su capacidad creativa y competencias para enlazar producciones artísticas, disciplinas, perspectivas teóricas y contextos socioculturales. A través de las distintas páginas de la colección (casi 2.000 en total), se configuran entramados de percepciones y concepciones que sugieren marcos interpretativos orientados a que los lectores se apropien de los contenidos (análisis de películas, ensayos teóricos, retrospectiva de directores, biografías de estrellas) y construyan sistemas de análisis que propicien múltiples narrativas.

The End se compone de ocho volúmenes temáticos consistente en textos, fotos e infografía técnica, sumado a una guía fundamental en formato revista, material que estará disponible en librerías y formato e-book a partir del mes de noviembre. Es una obra que disfrutarán los amantes del cine y valorarán los que quieran acercarse al arte que, con su magia y esplendor, sigue cautivando a distintos públicos.

BUSCANDO LA ESPECIFICIDAD DEL CINE: ¿QUÉ ES EL CINE?

Por Maximiliano Curcio

El cine produce, sobre nosotros espectadores, un encantamiento singular: es una fábrica de sueños. Su esencia posee una característica que unifica, por igual, a todos aquellos que transitamos el medio: directores, guionistas, críticos y espectadores. A todos nos alcanza esa fascinación.

El cine, a través de sus mundos fantásticos, nos permite vivenciar experiencias que jamás ocurrirían en nuestras propias vidas. Visitar un mundo de ficción es introducirnos en la piel de personajes que nos llevan a recorrer senderos maravillosos, haciendo real la fantasía. El cine permite situarnos, como espectadores, en un verosímil que escapa a lo cotidiano. Asimismo, la escritura sobre cine representa un valioso instrumento pedagógico para reflexionar acerca de culturas, sociedades y aquello que está sucediendo en el mundo y que, de alguna manera, todo autor cinematográfico sintetiza a través de una obra.

Acerca de la escritura cinematográfica y oficio crítico

El crítico de cine debe ser un puente entre la obra y el espectador, un vínculo entre el autor y la audiencia. El crítico está allí para explicar desde su punto de vista, que es sumamente subjetivo y tan válido como tantos otros que habrá, qué nos intenta decir una película. Hacer crítica es aventurarse entre los múltiples sentidos de una obra cinematográfica. No es explicar, más bien es relacionar. Es vincular a otras experiencias artísticas. Esas influencias están visibles, no sólo en la labor periodística, sino que también en ­el consumidor promedio del arte y también en su creador: la riqueza está en los nexos, en las relaciones, en lo alegórico, en lo que no está explícito y va tejiendo la trama.

Una obra se enriquece de las metarreferencias que establece con el mismo lenguaje y también con otros. Su poder intertextual nos habla de que esa obra está diciendo algo y se encuentra anclada en un momento, surgió del espíritu de un tiempo. Cada película es hija de un momento histórico capturado por los artistas.

De allí parte la escritura crítica: del deseo de reescribir la realidad y tener algo que decir al respecto. Habla de algo que está pasando alrededor y cada interpretación corroe ese paradigma. Por más que el autor cinematográfico no lo sepa, está escribiendo de algo que lo precede. El arte sintetiza ideas existentes. Acaso, la labor del crítico puede ser entendida, también, como un facilitador de sentidos, para lo cual es indispensable la participación de un espectador activo. El eco personal que suscite en él determinada obra, completará sus posibles significados. El cine fija la imagen en el tiempo y representa al escritor a través de la palabra.

Acerca de The End

La antología The End es mi carta de amor al cine, como testimonio personal de que las películas embellecen la vida. Pienso en una posible analogía con La noche americana (ganadora del Premio Oscar a la Mejor Película Extranjera en 1973), ese gran homenaje de François Truffaut al mundo del celuloide, que incluye el laborioso, apasionado y hasta absurdo proceso que representa realizar un film, una visión cinéfila que jamás será amarga. Si bien fue acusada por su representación idílica de la gran pantalla, para el cineasta francés éste era el lugar de felicidad e ilusión por antonomasia. De hecho, el título hacía referencia al término técnico fotográfico con el que se denominan las escenas nocturnas filmadas con luz de día, mediante la ayuda de un filtro especial que simula la oscuridad. Más fantasía imposible. No encuentro mejor metáfora para graficar este amor inocente y puro hacia un mundo mágico -y también real- quehabita en todo cinéfilo.

Pensando en un público destinatario, en algunos tramos de la obra se trata de un lenguaje para entendidos en la materia cinematográfica, personas del ámbito profesional o cinéfilos se sentirán especialmente identificados. Pero la antología no es exclusivamente para un grupo selecto. Me gustaría poder llegar a todos aquellos que tienen curiosidad por entrometerse en el universo del cine. Que The End sea una válida puerta de entrada para descubrirlo me llenaría de orgullo. Para todo aprendizaje, el secreto radica en no perderla capacidad de fascinación y conmoción a través del arte, en conservar el deseo de perseguir respuestas, alimentándolo a través de los ricos nexos existentes que provee la lectura y la comunión del Séptimo Arte con otras disciplinas.

En última instancia, todo escritor acomete un denodado esfuerzo intentando escribir el mejor libro que le gustaría leer. Acaso, la esencia de tal búsqueda radica en una cita de Antonin Artaud, publicada en El ombligo de los limbos (1925): “Vivir no es otra cosa que arder en preguntas”. En definitiva, estamos reflexionando acerca de nuestra condición humana (con el cine como instrumento) dentro de un bagaje cultural muy amplio que se nutre de otras expresiones –como la música, la literatura, el teatro y las artes plásticas-, por lo cual una mirada crítica sobre determinada realidad -la mía otantas otras que hay por allí esperando ser leídas- resultan atractivas invitaciones a inmiscuirnos en los intersticios del lenguaje.

Para más información y adquisición de ejemplares visita su página en Facebook o escribe a vueltaacasa@gmail.com o maximilianocurcio@hotmail.com.

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