MAD MEN 6×04: TO HAVE AND TO HOLD

Mad Men 6x04: To have and to holdAhora que amenazaban las primeras sombras de desgaste, de agotamiento, de “fin de ciclo” (por seguir los manidos clichés futbolísticos) asolaban a la serie de la AMC, entrando en el ocaso de su excelsa existencia, nos traen un episodio que recupera la brillantez y la frescura de anteriores temporadas. Puede que sea un mal menor el darnos una entrega tibia si en ella se plantan las semillas que germinarán de lleno inmediatamente en la siguiente,... y así ha sido, en ambos temas del capítulo: la competencia feroz y caníbal de la industria publicitaria y el microcosmos de erotismo y pasión de sus personajes... en su vertiente más negativa.

Barruntando un episodio ligero por los avatares de su narrativa y estética, que por momentos parecía tomar forma de sitcom o parodia puramente sesentera (Mad men es mucho más “meta” de lo que parece), sobre todo por los hilos musicales (más a lo nouvelle vague que a lo Tarantino), de nuevo unos brillantes tres cuartos de hora empiezan de manera interesante y prosiguen en pleno in crescendo.

Mad Men 6x04: To have and to holdAquello que parecía relleno (o anticipo a medio plazo, en todo caso) en la trama profesional en el 6x03, compensando la más bien insípida trama de Jaguar (a su vez un contraste necesario al principal núcleo argumental del episodio, el pasado de Draper), nos ha vuelto a reventar en la cara sin anestesia previa. Cierto es, que ya se veían las intenciones de Ted Chaough, con Peggy como señuelo, al final del episodio (ahora se duda si la fichó más por su brillantez o por “espionaje industrial”). Hasta ahí es normal. Pero lo que más sorprendente es comprobar que Miss Olson es incluso capaz de ir más allá que su mentor (y ahora competidor) en la falta de escrúpulos en aras del triunfo empresarial, aprovechándose del buenazo de Stan Rizzo.

No quiero dudar de lo sincero de sus conversaciones telefónicas y su acercamiento hasta cierto punto, pero aquí los guionistas han sabido jugar muy bien sus cartas y metérnosla doblada... con la elegancia y brillantez de siempre. Y con un enemigo aventajado (casi “en casa”), las altas aspiraciones de SCDP le salen por la culata y acaban además costándoles su mejor cuenta... un batacazo cuyas consecuencias aún no hemos visto, pero no pinta estar lejos de la estrepitosa pérdida de Lucky Strike. Aunque el capitalismo sea avaricia per se, esta sigue teniendo el inalienable poder de romper el saco, sean cuales sean las consecuencias. De aquella aún no existía el “too big to fail”.

Mad Men 6x04: To have and to holdEste episodio nos ha dejado además otra trama sobre la competencia, pero esta vez interna. Como nos siguen recordando en los “previously”, la promoción de Joan a socia fue un hito abrupto y repentino, probablemente el mayor de la pasada temporada,... sobre todo por la manera en la que esta tuvo lugar. Era obvio que iba a traer cola, y esta se empieza a sentir mucho en los pasillos de la agencia. Con Peggy fuera, y Peter y Joan en el grupo de “los elegidos”, de la vieja guardia sólo quedan Cosgrove y Crane, los eternos segundones, por acceder a un trozo del pastel. El segundo es el que peor lleva el citado síndrome (recordemos cómo se creó el puesto que él ocupa sólo para tenerlo contento y que dejase de dar la brasa), y como tal, explota, con ofensas directas a la pelirroja (pues no es tonto y bien rápido que dedujo lo que hubo detrás de tan repentina promoción)... que son contestadas por una gran muestra de corporativismo entre los socios, un apoyo decidido y firme a Joan (por omisión a las aspiraciones de Crane)... y bastante contención y entereza por parte de ella.

Curiosamente, el desencadenante de este enfrentamiento interno nos trajo al mismo tiempo una interesante trama secundaria, con pinta de emergente, que retoma la esfera de las secretarias (algo dejada de lado tras el “ascenso de categoría” de Megan). En un episodio de la pasada temporada nos habíamos adentrado un pelín en la vida de Dawn, la secretaria afroamericana (“de cuota”, pues empezaba por esos años la discriminación positiva, tal como nos recuerda el viejo Cooper), algo que parecía puramente anecdótico. Pero ahora, tras un incidente con el fichar que casi le cuesta el empleo a la secretaria de Crane (la chispa que desata el conflicto de éste con Joan), y del que ella se salva por la mencionada discriminación positiva, ha subido un escalón de responsabilidad, lo que quiere decir que tendremos más Dawn en los próximos episodios.

Mad Men 6x04: To have and to holdPero el verdadero núcleo de Joan en este capítulo va por el otro lado,... por el del erotismo. Conocemos a su hermana, Kate, con la cual se va de juerga en la ciudad cual colegialas en busca de diversión y “acción”. Kate parece mucho más motivada en ese aspecto, mientras que Joan se muestra algo más reacia pero acaba dejándose llevar igualmente... y así acaban con sendos desconocidos. Pronto entendemos que esta actitud por parte de su hermana responde a una envidia (entendamos que sana) hacia Joan arrastrada desde siempre, tanto por su atractivo físico como por su éxito profesional... a lo que la pelirroja hace tripas corazón y le reconoce que todavía no se siente lo suficientemente valorada en la agencia, pese a su veteranía y su nueva condición. La belleza y el atractivo pueden acabar siendo una cárcel psicológica, capaz de eclipsar, por lo bueno o por lo malo, todo talento y esfuerzo.

Mad Men 6x04: To have and to holdAunque para celos, los del Don Draper más machista que se recuerda, para quien el tremendo batacazo empresarial que fue la pérdida de Heinz (de ambas: la que ya tenían y la que querían sumar) queda en segundo plano, al ver a su mujer besar a otro hombre en un lance puramente profesional de su oficio de actriz... para el que ella se rebajó previamente a pedirle su “bendición” y él se puso la máscara de liberal y tolerante para luego quitársela y mostrarse tal como es. Llega hasta el punto de comparar el oficio de su mujer con la prostitución. Un infiel compulsivo, de noche y de día, de los pies a la cabeza, es luego así de intolerante y prohibitivo con su esposa, a la que tanto engaña. Y a la vez, con todo lo putero que es, suma otra contradicción cuando reacciona de manera totalmente puritana a una “proposición indecente” de intercambio de pareja por parte de una pareja amiga de Megan. Y seguramente, no por la parte en la que a él le toca sumar una nueva aventura sexual a su “palmarés”, sino por el hecho de que, en el paquete, le toque consentir que su mujer esté con otro hombre.

Mad Men 6x04: To have and to holdDesde luego, Mad men es única retratando el machismo de una época, desde la distancia, pero jamás invita a la lectura errónea que lleve a pensar que el relato no condena el machismo... pues lo hace repetidamente, sólo que con la sutileza y elegancia que no pueden faltar. Así, el Don más hipócrita y repugnante va a salvaguardarse ante su amante de turno (con la que se está creando una complicidad cada vez más estrecha... y por ende peligrosa), que revela que sus encuentros sexuales tienen mucho de compasivo, pues Sylvia sabe mejor que nadie lo perdido moral y emocionalmente que está el señor Draper,... lo que nos evoca de nuevo al “Are you alone?” que cerraba la temporada pasada.

Como guinda, un pequeño discurso de Don en la cena con los amigos de Megan (los de la proposición indecente) en el que explica como la publicidad, y su objetivo intrínseco de vender, acaban implicando escapismo (de la realidad social y política) y ligereza argumental en la ficción televisiva que vive de esos anuncios. El momento más “meta” de una serie permanentemente crítica con el mundo que tan glamurosamente (por fuera) retrata pero cuyas miserias morales y emocionales desnuda sin piedad, episodio tras episodio.

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