LA REDENCIÓN SILENCIOSA - 'EL PASADO', de Asghar Farhadi
EL PASADO - Le passé (2013) de Asghar Farhadi
(Publicada originalmente en A Cuarta Parede, Nº 18, 30 de diciembre de 2013)
"Por no morir de angustia y de vergüenza, los hombres están siempre condenados a olvidar las cosas desagradables de sus vidas, y cuanto más desagradables son, antes las olvidan". Así sentenciaba un inspector sin nombre encarnado por Roman Polanski en Pura formalidad, de Giuseppe Tornatore. El argumento, sin embargo, no estaría completo sin añadir que el olvido, por muy pretendido que fuere, nunca llega a ser real, siendo únicamente posible su camuflaje bajo la alargada sombra de la incomunicación. Y sólo por mediación de esa incomunicación se puede explicar la latencia de los fantasmas del pasado en un presente que finge haberlo olvidado, núcleo semántico de El pasado.
Asghar Farhadi tiene muy claro lo que quiere contar y por ende no necesita ofrecer más pistas con un título que, en otros casos, podría resultar muy ambiguo: aquí marca sin más dilación el origen del (de los) conflicto(s) presente(s) desde la primerísima secuencia, así como la dirección en la que se articularán a lo largo del metraje. Tampoco le hace falta reforzar de modo más explícito y superficial la idea de la incomunicación, a pesar de a tener material diegético para eso (diferencias culturales e idiomáticas), que emplea de manera más coyuntural que instrumental. El cineasta iraní sostiene la fuerza de su guión, redondo, en dos pilares principales: por una parte, la implícita declaración de intenciones de esa primera secuencia, minimalista, que presenta un marco relacional que, si bien no constituirá la línea de conflicto principal de la narración, sí el espacio de confluencia y resolución de los mismos; y por otro lado, el personaje protagonista y su posición con respecto a las verdaderas dialécticas argumentales, que lo afectan sólo de manera colateral y por tanto permiten su intervención en las mismas con un acercamiento más desmediatizado e íntegro.
A partir del ecuador de la película, cuando ya las cartas sobre la mesa comienzan a estar claras, la narración comienza a tejer una dinámica en la que queda patente que los fantasmas del pasado, cuanto más enterrados y ocultos, más nocivos se vuelven, y que así serán sus efectos en cuanto emerjan inevitablemente a una superficie en la que pueden causar muchos estragos, siendo justo ese personaje protagonista, externo a los más dañinos de esos fantasmas, el reactivo limitante que ayuda a paliar esos efectos y a encauzarlos de un modo lo más constructivo posible, dada la dicha "desafección" directa con los mismos y su voluntad de redención personal, a pesar de que no fuera él en absoluto el causante o catalizador de todos esos problemas. La discreta semilla de culpa que lo empuja a la acción estaría más bien articulada en el sentido de no haber hecho lo suficiente por esos personajes (y he aquí nuevamente el tema de la incomunicación) que ahora sufren los efectos de otras relaciones. Estamos, por tanto, ante una instancia muy particular y minimalista del "mesías redentor", desprovisto de cualquier tipo de épica, voluntad de medallas o interés particular en sus empresas.
La calidad del conjunto, en términos formales y narrativos, viene lograda en grandes rasgos no tanto por la pericia de unos diálogos en los que apenas sobran palabras sino más bien por el hábil dominio de los silencios, intercalados con esos mismos diálogos y cargados de una significación aún mayor, a la par de una dirección de actores muy pareja al flujo dialéctico de la narración y que tiene justo en esos diálogos y silencios su principal vehículo de aprovechamiento expresivo. En un mundo asolado por la incomunicación, hablan mejor los silencios que las palabras.
3 comentarios en «LA REDENCIÓN SILENCIOSA - 'EL PASADO', de Asghar Farhadi»