EL PÁJARO Y LA ESTRELLA - 'ALABAMA MONROE', de Felix van Groeningen

ALABAMA MONROE -  The broken circle breakdown (2012) de Felix van Groeningen

Alabama Monroe tiene tantas virtudes que cuesta encontrarle alguna pega, y sin embargo, le va a tocar defenderse de los ataques de críticos que intentarán desprestigiarla tildándola de sentimentalista. Son los mismos críticos que se han hecho extirpar los lagrimales en pos de su trabajo, pensando que las imágenes que entran por los ojos deben viajar directamente al cerebro, sin escala en el corazón. Pues escúchenme bien: The broken circle breakdown, como toda obra de arte que se precie, conmueve y azota el corazón a partes iguales, y esto no tiene nada de malo (al contrario) si se hace desde la verdad y no desde la impostura.

Hubo quienes se sorprendieron, el día que anunciaron las nominaciones a los Oscar, cuando vieron que la película de Felix van Groeningen se había colado entre las finalistas en la categoría de Mejor Película de Habla No Inglesa en detrimento de otras más favoritas, en especial El pasado, de Asghar Farhadi, o La bicicleta verde, de Haifaa Al-Mansour. Resultado de la nominación, el film belga empezó a acaparar focos y a ganar en popularidad, hasta el punto de que nadie se llevaría las manos a la cabeza si el próximo 2 de marzo resulta ganadora de la estatuilla. Para ello tendrá que batir a la prodigiosa La gran belleza, de Paolo Sorrentino, algo que no consiguió en los pasados premios del cine europeo. Pero las comparaciones, en este caso como en la mayoría, son tan odiosas como innecesarias. En vez de eso, más le valdría al cine europeo celebrar que cuenta con tres representantes en la pugna por el Oscar a la mejor película de habla no inglesa (no olvidemos La caza, de Thomas Vinterberg).

Pero sigamos con la película que nos ocupa. Alabama Monroe narra la historia de amor y tragedia de una pareja, a priori tan distintos el uno del otro, y de la hija de ambos, de algún modo la encargada de cerrar el círculo. A pesar de sus diferencias, Elise y Didier (fantásticos Veerle Baetens y Johan Heldenbergh) han construido su relación como un engranaje perfecto y sin mácula en el que ella pone el color y él la música. Y, sin embargo, como sucede con toda maquinaria, cuando una pieza falla el resto de componentes deja de funcionar sin remedio.

Alabama Monroe nos habla del amor y la pérdida como parte de una misma cosa, y de cómo el ser humano lucha por encontrar las vías para enfrentarse a ello. De esta forma, era inevitable que el film abordase el tema de la religión, fuente de esperanza para unos y de podredumbre mental para otros. "Dios es el personaje literario más cruel y sádico jamás creado", llega a afirmar un Didier fuera de sus casillas ante un público atónito. Y, mientras tanto, Elise se aferra a un pájaro, una estrella, un recuerdo, para no dejar marchar. También hace acto de presencia George W. Bush, ejerciendo de villano de la función y poniendo trabas al desarrollo científico en nombre de la moral cristiana, algo que, seguro, ha gustado mucho a los demócratas de Hollywood.

Alabama Monroe es melancólica, dura y, a su manera, hermosa. Cuenta a su favor con una exquisita banda sonora y unos intérpretes que se dejan la piel y el alma en la pantalla. Es inteligente en el montaje, conduciendo la historia con enorme habilidad, y la fotografía captura de forma impecable la esencia de la película, a medio camino entre la fábula trágica y el realismo descarnado.

Decía al principio que algunos críticos acusarán al film de sentimentalista. Cuando se encuentren con alguno de ellos, no lo duden, ¡huyan!, vayan a refugiarse a la sala de cine donde proyecten Alabama Monroe, esa joya por descubrir, y déjense llevar por una historia que a buen seguro les romperá el corazón.

Ficha técnica