UN LUGAR DONDE QUEDARSE - 'EL AMOR ES EXTRAÑO', de Ira Sachs
EL AMOR ES EXTRAÑO – Love is strange (2014) de Ira Sachs
En un momento de la película Ben, el personaje interpretado por John Lithgow, dice que el problema de convivir con alguien es que llegas a conocerlo demasiado bien, en ocasiones más de lo que desearías. No se refiere a George (Alfred Molina), su pareja desde hace 39 años y con el que acaba de contraer matrimonio, sino a la gente con la que forzosamente le toca convivir ahora que el piso que compartía con su marido le ha sido arrebatado. Ben encuentra acomodo en casa de unos familiares mientras que George lo hace en la de una pareja de conocidos. La separación es provisional mientras encuentran un nuevo hogar donde instalarse y reanudar su vida juntos.
Ira Sachs nos trae la historia de amor más sutil, honesta y maravillosa en años, independientemente de la orientación sexual de la pareja protagonista. Todo en ella es creíble, todo es delicado. Las emociones no provienen de grandes escenas pasionales ni dramas coléricos, sino del conocimiento y reconocimiento de unos personajes que comprendemos y con los que empatizamos con una pasmosa facilidad que sólo puede provenir de la sutileza y la sinceridad.
Lithgow y Molina realizan unas interpretaciones perfectas que no serán reconocidas con grandes premios, reservados siempre para actuaciones más explosivas y artificiosas, pero que sirven para coronar sus carreras. En una mirada suya hay más amor que en cien besos apasionados. En su breve separación, más dolor que en cualquier último adiós. Porque no hablamos aquí de personas que luchan por su amor. George y Ben ya ganaron esa lucha hace tiempo. De lo que se trata ahora es de reconquistar el lugar en el mundo que les ha sido arrebatado, de sobrevivir convertidos en extraños.
El amor es extraño. Como extraños son los demás y lo somos nosotros a sus ojos. Como extraño es el mundo que nos rodea y nos lleva a refugiarnos en un lugar seguro. Un lugar seguro que puede ser un hogar, puede, o una persona, tal vez, un compañero de vida.
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