SANGRE, FUEGO Y AJEDREZ – JUEGO DE TRONOS

El mono que los espectadores más intensos y ávidos sienten ante la ausencia de sus series favoritas se acrecenta cuando la espera se dilata casi un año natural entero, caso de buena parte de las series de cable, y se multiplica hasta la estratosfera cuando la apertura y suspensión de múltiples tramas y el cliffhanger son constantes del relato. Con este panorama, la megafiltración de episodios de la serie más popular de HBO en la víspera de su regreso supuso todo un chute de "serieína" (en honor a un excelente blog televisivo ya extinto) para serieadictos de todo el planeta.

En la era de Netflix, Amazon y demás y los lanzamientos de temporadas en clave de consumo maratoniano, los impacientes que no puedan conformarse con una dosis semanal ni que quieran arriesgarse al torrente de spoilers que poblarán las redes sociales de aquí a dos meses agradecerán esta inyección en vena como agua de mayo. Sobre todo cuando se trata de un relato al que le gusta hacerse de rogar cada temporada, que cuece las brasas a fuego lento antes de poner toda la carne en el asador, si bien en su pasada hornada, la mejor hasta la fecha, empezó a soltar prenda ya desde sus inicios.

Afortunadamente, el primer tercio de temporada sigue en esa misma línea, con una fase inicial densa y morosa, no carente tampoco de sus necesarios puntos álgidos, pero entrando muy al trapo acto seguido. Ese tablero de ajedrez que es Poniente sigue con multitud de frentes abiertos, con nuevas fichas reponiendo a las que ya han caído o desplazando su posición estratégica en el mismo, con o sin punto de retorno. Importantes movimientos en el mismo han caracterizado este arranque, en sentido amplio, de la temporada, que promete tensión a raudales y momentos de corazón en el puño en las entregas venideras.

También es esta la temporada en la que la fuente original, la literaria, y la adaptación, la que nos ocupa, se desdoblarán de manera más significativa. Los propios creadores anunciaron de hecho, semanas antes de la season premiere, desvíos cruciales de la serie con respecto a las novelas. Un hecho que despertará de seguro sonadas polémicas de las que me desmarcaré desde ya, porque me parecen de todo menos constructivos y relevantes. No hemos estado esperando meses y deleitándonos con una insólita filtración para disfrutar de un calco, una réplica exacta, sino para seguir disfrutando de un producto audiovisual que llevaba cuatro años haciendo nuestras delicias, con carácter, estilo, acabado y siempre in crescendo. Que comience... o más bien, que continúe el festival de sangre y fuego sobre calculados movimientos tácticos. Valar dohaeris.