LA VIDA, A ESTAS ALTURAS - GRACE AND FRANKIE
Lo admito: antes de sentarme a verla, no daba un duro por esta Grace and Frankie. Inlcuso cuando llegaron los primeros avances me dije a mí mismo que las opciones de que la serie fuera a resultar mínimamente fumable eran más bien escasas. Con un reparto sacado de las fantasías más húmedas de Aaron Sorkin (Jane Fonda, Lily Tomlin, Sam Waterson y Martin Sheen) y una historia de aceptación y nuncaestardismo (dos mujeres septuagenarias son abandonadas por sus maridos, quienes se confiesan homosexuales e inician una relación sentimental el uno con el otro), todo apuntaba a serie de moralina rancia, situaciones recalentadas y caza desesperada de Emmys. Ya casi me frotaba las manos pensando en la crítica despiadada que iba a escribir acerca de una serie desfasada, obsoleta y sin ninguna gracia, una reunión del Imserso televisada para aves carroñeras que gustan de acechar la carne putrefacta... La crítica ya casi estaba escrita, ya veis, y ni siquiera había visto un minuto de la serie. Iba a ser una crítica buenísima, lo juro, para partirse de risa. Pero entonces me puse el primer capítulo. Y, después, todos los demás. Y, al final, mi gran crítica (perdonad que insista, pero es que iba a ser devastadora y tronchante) se quedó en papel mojado.
Porque, vista la primera tanda de trece capítulos, uno descubre con emoción que todo era menos acartonado de lo esperado. Hay un cariño genuino en la escritura de los personajes y una cierta sabiduría en su representación de lo cotidiano. Me creo a estos abuelos tratando de rehacer sus vidas, obligados a abandonar la apacible estabilidad y buscar la forma de reinsertarse en un mundo del que se creían desterrados. Me gusta Jane Fonda como setentona estirada, me encanta Lily Tomlin como una hippie trasnochada, y me convencen Martin Sheen y Sam Waterston como orgullosa y desacomplejada pareja madura (que, dicho sea de paso, ya han dado más muestras de afecto en pantalla que Mitch y Cam en las seis temporadas de Modern family).
Hay un capítulo que queda poderosamente grabado en mi mente de entre todos los que conforman este dramón (¿alguien dijo comedia?): el titulado The funeral (1x04). En él, los protagonistas se enfrentan por primera vez desde su abrupto cambio de estilo de vida a un evento social, un acto ceremonial como lo es un funeral, y descubren que han olvidado cómo comportarse en dichas circunstancias porque la persona con la que han compartido su vida los últimos cuarenta años ya no está a su lado. Tampoco esquiva la serie los temas más peliagudos y comprometidos, como el sexo en la tercera edad o la dificultad de un hombre maduro de aceptar su orientación sexual y hacérsela saber a su mujer e hijos.
Sus opciones de cara a la noche de los Emmy pasan por manos de sus protagonistas, los cuatro actores muy nominables. Jane Fonda y Lily Tomlin, especialmente esta segunda, aspiran a colarse en una abarrotada lista de finalistas a mejor actriz principal en comedia, pero, ¿a quién habría que quitar para hacerles hueco? Sabiendo que Amy Poehler, Julia Louis-Dreyfus y Edie Falco tienen un puesto garantizado, Fonda y Tomlin tendrán que competir por las plazas restantes con Amy Schumer, Lena Dunham, Ellie Kemper, Gina Rodriguez y Lisa Kudrow. En cuanto a los hombres, a Martin Sheen y Sam Waterston les tocará pelear con los chicos de Modern family y Veep (aunque, si existe algún tipo de justicia en estos premios, debería estar y ganar Nick Offerman por su papelón en Parks and Recreation).
Premios aparte, Grace and Frankie confirma lo que algunos ya sospechábamos: que el secreto infalible para un buen drama consiste en encargar una comedia a Netflix. Siempre mantiene un tono ligero, como si temiera cargar demasiado al espectador, pero no hay que rascar mucho para comprobar que lo que yace bajo la superficie es un alegato crudo sobre la vejez y el coraje necesario para vivir la vida con honestidad. Una serie que, en contra de lo que cabía esperar (¡ay, esa crítica que iba a escribir, lo mucho que nos habríamos reído!), no se agota en su primera temporada y todo indica que puede tener cuerda para rato. No la mencionarán en los libros cuando hablen de la época dorada de la televisión, pero tal vez sí lo hagan cuando hablen de las revelaciones de esta temporada.