QUE LA INFANCIA NOS ACOMPAÑE – STAR WARS (II)

Saga en imagen real de Star Wars, VV.AA. (1977-2019) [2ª parte]

(primera parte)

Continuamos con el análisis de las distintas entregas de la saga tras su revisionado completo durante la cuarentena.

6. Episodio IV: Una nueva esperanza

O La guerra de las galaxias cuando todo era más bonito. Reconozco que me ha parecido una película muy naïf, nos introdujo a todo el universo creado y tiene muchos momentos memorables: Luke observando los dos soles de Tatooine, la cantina de Mos Eisley, el Halcón Milenario, el rescate de Leia, los Ala-X... pero en conjunto no deja de ser una película de aventuras a la que le falta algo de profundidad. Pero no hay razón para ponerle pegas ni a su ingenuidad ni a su artesanía obsoleta.

7. Episodio V: El Imperio contraataca

Con esta película me ocurría al contrario de niño: me parecía ligeramente aburrida, y es debido a que es un filme completamente adulto. La maduración de todo lo expuesto en la primera película, desde la evolución de los protagonistas hasta el ya famoso final. El planeta Hoth y la batalla con los AT-AT; la aparición del Emperador (interpretado un actor distinto al que apareció en el resto de películas); el planeta Bespin, personajes como Lando Calrissian o Boba Fett o el congelamiento en carbonita, y sobre todo, la mágica aparición de Yoda: el mayor maestro Jedi de la historia no es más que un pequeño enano viejo y verde, con un sentido del humor muy peculiar. En esos detalles es donde reside la magia de una película que debería ser de obligado visionado en escuelas de cine. Lo único que me chirría es Han Solo, como dije antes, un personaje que nunca me ha gustado, fiel reflejo de los instintos ocultos masculinos. Muchos han visto en su actitud chulesca algo maravilloso, cuando no deja de ser algo deleznable.

8. Episodio VI: El retorno del Jedi

Como expliqué antes, siempre fue mi favorita. Pero cómo cambia la perspectiva de adulto, básicamente porque los ewoks son un mero producto reclamo de la infancia, y sobran en un argumento donde unos cachorros de peluche pueden vencer a soldados de asalto imperiales. Tiene puntos fuertes, como el rescate de Han en la guarida de Jabba, la evolución de Luke como personaje, con su maestría y su nueva indumentaria, pero a la vez sigue teniendo miedo, pues no es todavía un maestro Jedi. El cambio de rumbo de Vader y reconversión en Anakin. Yoda vuelve a demostrar que una marioneta puede hacerte llorar. Más allá de los ewoks, el gran error de la película es repetir el argumento de una nueva Estrella de la Muerte. En resumen: el primer error de Lucas, a pesar de sus aciertos.

9. Star Wars: The Mandalorian

Cronológicamente transcurre entre los episodios VI y VII, pero como no tiene ninguna conexión argumental ni de personajes con la saga Skywalker, podría verse al terminar todo. Jon Favreau crea el producto perfecto para los que han crecido con la trilogía original. ¿Los ingredientes? Poner como protagonista aquello que Lucas tanto desaprovechó: un mandaloriano (y Lucas además por dos veces, primero con Boba y luego con su padre Jango); y además crear el reclamo comercial perfecto sin caer en el infantilismo de Lucas, The Child (ya conocido como Baby Yoda). Y es que The Child mantiene el sentido del humor inteligente propio del dúo C-3PO y R2-D2, además de ser explotable en cualquier ámbito fuera de la serie. Más alejado del espíritu de las películas y más cercano al western y a Star Trek, pero sin embargo en esencia lo más parecido a las aventuras de Luke Skywalker en Tatooine. Algún capítulo de relleno, pero en conjunto una gran serie, que esperemos que no decaiga en siguientes temporadas.

10. Episodio VII: El despertar de la Fuerza

Mi sensación en cine había sido espectacular. Poder revivir una vez más la fanfarria de Williams sobre las letras amarillas perdiéndose en el espacio. Pero, ¿y ahora? Rey en esta película es un personaje guay, enseguida empatizas con ella. BB-8 es un R2 pero más molón. No así tanto Finn y Poe. Qué espectacularidad de batallas, de acción, de imagen. Star Wars en el siglo XXI. Pero hay algo que huele mal. No es Kylo Ren (sigo preguntándome por qué tanta risa en su día con su aspecto, cuando Adam Driver ahora mismo está muy bien considerado como actor), no es Maz Kanata, no es la muerte de Solo. El problema de esta película, una gran película, es repetir el argumento de Una nueva esperanza. ¿El Halcón Milenario otra vez? No se necesita eso para ganarse a los fans. Esta película tal cual con otro arco argumental hubiese sido un gran comienzo.

11. Episodio VIII: Los últimos Jedi

Dos cosas: Luke y Rian. Sin duda las dos bases (para bien o para mal) de esta película. Mucho se habló de la controversia de que un caballero Jedi como Luke nunca amenazaría a un niño. Pues creo que Luke es lo mejor de esta película. Un Jedi formado a sí mismo, siempre cercano al Lado Oscuro; un maestro con dudas, dudas que llevan al miedo, y ya sabemos a dónde lleva el miedo. Luke tiene miedo de fracasar, y por eso reacciona así. Un fiel reflejo de lo que es ser adulto. Y a la vez, un Luke chulesco en la batalla final, confiado, ya habiendo aprendido de sus errores (una vez más, la aparición de Yoda es un momento mágico). Y el otro punto, Rian Johnson. Reconozco que insufló una nueva perspectiva nunca vista a la saga, pero eso no quiere decir que fuese lo que se necesitaba, porque hay que entender que se está en medio de una trilogía y debe haber una coherencia. No solo limitó y cambió el argumento de Abrams para la tercera entrega, si no que además el guión deja muchísimo que desear, desde la historia amorosa de Rose y Finn, absoluta pérdida de tiempo para rellenar película; como el controvertido uso de la Fuerza de Leia; los porg y la culpabilidad de Chewbacca… y podría seguir. Visualmente y a nivel de realización es espectacular, ejemplos son el ataque de los bombarderos al destructor, la pelea en el trono de Snoke, o la batalla en el planeta Crait con la sal y la tierra roja. Pero el resto es un continuo vacío.

12. Episodio IX: El ascenso de Skywalker

La sensación general es de mala película, incluso calificándola como la peor. ¿Qué queréis que os diga? Le sacaría defectos, pero me parece una gran conclusión a la trilogía y a la saga a la vez, además de la mejor de las tres de Disney. Los problemas que enfrenta esta película son reconfigurar todo lo roto por Rian Johnson y cerrar muchas tramas en poco tiempo, lo que atropella bastante el argumento. Y por el camino se quedan detalles importantes como que ese Palpatine es un clon del original, y que el padre de Rey (algo que no cuadraba en mi cabeza) era otro clon de Palpatine. Rey pierde mucho fuelle y se queda como personaje plano, y quien gana enteros es el arco personal de Kylo Ren/Ben Solo, configurándose casi como el protagonista de la trilogía. Lo único que sobra a todas luces es el beso final (¿de verdad a estas alturas Disney sigue necesitando eso?), y sin embargo la última escena con Rey me parece un broche digno y bonito a nueve películas, a la batalla entre los Skywalker y los Palpatine.

En resumen:

¿Qué hubiese sido de la saga sin los ewoks y Jar-Jar, estarían mejor vistos La amenaza fantasma y El retorno del Jedi? ¿Cómo hubiese sido la nueva trilogía Disney dirigida por George Lucas? ¿Y si hubiesen dejado a J.J. Abrams su verdadera idea para el episodio VII, o si el mismo Abrams hubiese hecho la trilogía completa? ¿O si Rian Johnson fuese el director de toda la trilogía, cómo hubiese cambiado y evolucionado la saga? Todo son conjeturas, pero la realidad es la que es: que tenemos doce películas y tres series, y mucho más en camino de la mano del monstruoso gigante audiovisual que es Disney. Y eso no es malo.

Star Wars no son películas infantiles, pero sí necesitan de un componente infantil para maravillarnos. Son películas hechas para el niño que llevamos dentro, y o bien conectamos desde niños con ellas, o parece ser que ya muy pocos entran en ese universo. Porque ahora parece que la trilogía del origen no es tan mala y hay que saciarse con Disney ya por el mero hecho de ser Disney y además atreverse a tocar algo “sagrado”. Pues a pesar de sacarle muchos defectos a los episodios VII-IX, los he disfrutado como nadie en el cine. A pesar de considerar los episodios I-III flojos, el cariño de haberlo vivido desde pequeño me hace verlas con otros ojos. Siempre digo que si algo no os gusta, no quiere decir que no deba existir. Dejad que exista el trap, porque a los jóvenes les gusta, les llena, y les hace sentir posiblemente lo mismo que vivíamos nosotros con el grunge o el nü-metal. Quizás estas nuevas películas no son para el fan que ahora peina canas, son para una nueva generación, que dentro de 20 años verán maravillados esas películas de su infancia, con ojos de adulto y corazón de niño, como todos hemos hecho.

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