A LA CAZA DEL MAGO DE OZ – Vuelve 'HOMELAND'

Homeland 3x01Homeland 3x01: The Tin Man is down

Los que hayáis seguido Homeland hasta ahora, ya fuese “en directo” (a ritmo de emisión) o en diferido, no habréis parado de hacer teorías y demás cábalas sobre los repentinos acontecimientos que pusieron el argumento patas arriba en la pasada season finale, con un anhelo creciente por la llegada de la nueva hornada, prevista para el próximo domingo 29. Pero Showtime es fiel a su implícita y no declarada estrategia de márketing y ha vuelto a filtrar la season premiere, con casi un mes de antelación, para que la red empiece a echar humo con la esperada continuación de aquella locura con la que la serie se despidió el pasado diciembre.

De nuevo, se aprecia un brillante empleo de la elipsis en el lapso temporal que separa las temporada, que en esta ocasión, para más inri, es relativamente corto, pero ha dado para mucho. En apenas dos meses ha pasado de todo y han cambiado muchas cosas con respecto al status quo (climático y crítico) que nos dejó la sobrecogedora season finale. Un cambio de estado que, naturalmente, no afecta a todos por igual, y promete seguir reventando hasta por llevarse por delante a alguno de los pilares básicos de la serie.

Homeland 3x01Pero, una vez más, el gran recurso de la serie, ya reconocible y transparente, es el continuo McGuffin, el juego al despiste con el que el espectador es cada vez más cómplice. Si el año pasado comprobábamos que Abu Nazir, el malo malísimo al que habían estado persiguiendo tanto tiempo, no era más que la punta del iceberg de una conspiración mucho más compleja, la operación que da nombre a este episodio (más bien, la acción concreta de una macrooperación más amplia, ejecutada al unísono, en la cual todos los objetivos, humanos, se designan con nombres de personajes de El mago de Oz), supone claramente una maniobra disuasoria, utilizada en este sentido ya en la propia diégesis, por parte de un cúpula de la CIA que tiene todo un reto por delante para ganarse de nuevo a la opinión pública. Y mientras tanto, sin rastro del verdadero “mago de Oz”, la piedra de toque de todo este tinglado: el sargento/senador/vicepresidente/terrorista Nicholas Brody.

Homeland 3x01Con Brody por ahora ausente, la sombra de la sospecha, por parte del espectador, recae ahora claramente en un Saul notablemente más cínico de lo habitual e igual de misterioso, que ha sido, casualmente o no, el mayor beneficiado de los atentados, llegando al puesto (temporal) de director de la CIA y mostrando cero escrúpulos, personales y profesionales, a la hora de cargar el muerto de los atentados al “rival más débil”. Unos atentados en los que, por otra parte, no conocemos todavía su implicación real, por acción u omisión. Un gran aliciente en este sentido es lo rápido que se ha hecho rodear de los dos secundarios más enigmáticos de la pasada temporada: Dar Adal (el personaje de F. Murray Abraham, al que, efectivamente, le veremos mucho más la cara esta temporada), como mano derecha in situ, y Peter Quinn, como lo que realmente es y ha sido siempre: un “ejecutor” de campo.

En una temporada en la que los altos tribunales serán uno de los espacios más recurrentes, el contrapunto lo tendremos, a falta de noticias de Brody, en su abandonada y maltrecha familia. De momento, la madre de Jessica se ha mudado con ellos, y su problema más inmediato no es Brody ni la falta de ingresos: es una Dana que, en esa elipsis, ha cometido un intento de suicidio y pasado por la correspondiente terapia de grupo. Al mismo tiempo, su fase de pubertad ya ha sido superada y sus relaciones personales prometen pasar al siguiente nivel.

Si bien Homeland pierde poco a poco su toque Rubicon y se acerca más a lo que era 24, sigue combinando brillantemente la frialdad de los despachos donde se cuecen las altas esferas de la inteligencia con el intimismo en los hogares de estas personas que, aunque cueste creerlo a priori, tienen también vida propia más allá de operaciones geopolíticas que pueden determinar el destino del planeta.

P.D.: Al igual que Rubicon resultó premonitoria en escándalos de la alta inteligencia como los de WikiLeaks, Snowden y demás, no deja de llamar la atención lo relacionadas que están estas operaciones contra el “terrorismo global” en Oriente Medio en esta ficción con la inminente invasión de Siria por parte de la OTAN y la administración Obama... un Obama cuyas intenciones geopolíticas recoge claramente la hipnótica intro de Homeland, realizada ya en 2011.

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