#SIXSEASONSANDAMOVIE - COMMUNITY
No es fácil ser fan de una serie que llega al límite a las renovaciones año tras año, que en consecuencia reduce sus hornadas anuales a la mitad últimamente y que sufre entre bastidores y oficinas unos choques de egos brutales que acaban con el showrunner y alma creativa de la serie apartado de su 'criatura' por una temporada y uno de sus protagonistas abandonando la nave sin marcha atrás. Así que imaginaos cómo debíamos estar esperando al regreso de Community de nuevo en las manos de Dan Harmon, tras ese coitus interruptus que fue la cuarta temporada.
Pese a todo, hasta el pasado episodio, por mucho que me esforzase y comprendiese la inercia necesaria para volver a llevar la serie a los cauces que la convirtieron en la sitcom más original y creativa de la era contemporánea, empezaba a acumular el peligroso regusto de la decepción, de que la serie difícilmente volvería a ser lo que fue, pese a sus evidentes intenciones, en el primero de estos capítulos, de hacer borrón y cuenta nueva con respecto a una temporada, la cuarta, que nunca debió existir. Abed saliéndose de sus casillas no es el Abed que conocíamos ni tampoco tenía mucho sentido, ni mucho menos gracia. Una discusión académica sobre la filmografía de Nicolas Cage podría haber sido épico y finalmente fue casi para olvidar. Por no hablar del retorno de dos secundarios tan hilarantes como el Profesor Duncan o el mismísimo Star-Burns dejó bastante que desear, cuando tendríamos que estar hablando, al menos en el caso de Star-Burns, de un hito en la serie. Si sumamos a este panorama la salida confirmada de Donald Glover (Troy Barnes) por problemas personales, se empezaba por ende a vislumbrar la larga sombra de la maldición de Misfits.
Afortunadamente, estas impresiones se disiparon con el último episodio, Cooperative poligraphy. La quinta temporada ha tardado lo suyo (3 entregas sobre un total de trece es bastante) en sacudirse los complejos y en volver a ser como fue y como únicamente puede llegar a lo que sus fans soñamos: #SixSeasonsAndAMovie. Y esto es, en román paladino, exprimir al máximo la fórmula episódica, continuamente reinventada, haciendo de cada nueva entrega algo único y al mismo tiempo dentro de un conjunto sin más constante son sus personajes y sus particulares locuras, encontrándose en ellos y sólo en ellos las referencias necesarias para absorber el aroma completo de cada nuevo ingenio narrativo y humorístico de Dan Harmon y su equipo.
Para ello, ¿qué mejor que un genuino e inigualable “yo, nunca”, una recapitulación de los propios personajes (bottle episode en esencia), un relato a lo Agatha Christie sin más detective de facto que ellos mismos, y al mismo tiempo, aprovechando lo que fue una circunstancia extranarrativa como fue la decisión de Chevy Chase: no sólo salieron airosos de su ausencia (ya canalizada con cierta elegancia en la pasada temporada), convirtiendo un problema en un recurso, un instrumento, una oportunidad, sino que, además, ese mismo episodio, que nada tiene de episodio homenaje en sí mismo, sirve para hacerle justicia a su personaje y a lo que significaba dentro del grupo, permitiendo así a los demás seguir adelante, a la par que desatasca por fin a la serie de su accidental letargo.
Por si fuera poco, el desenlace del capítulo enlaza a su vez con el otro gran problema extradiegético, la salida de Troy, la cual, en un prodigio de ingenio y de optimización de recursos narrativos, canalizan y solventan de modo inmejorable. Sin Pierce, sin Troy, pero siempre Community. De aquí no me bajo hasta la película.
Un comentario en «#SIXSEASONSANDAMOVIE - COMMUNITY»