JUSTIN HURWITZ – MIA & SEBASTIAN'S THEME / BSO de LA LA LA LAND (2016) de Damien Chazelle
Llega febrero, el mes en el que la recta final de la temporada de premios, con los Oscar del domingo 26 como plato fuerte, coparán una ingente parte de debates y conversaciones cinematográficas. Cerramos por tanto la semana dedicando la sección musical de esta web a la favoritísima y absoluta protagonista de esta temporada, el doctorado fílmico del “novel” Damien Chazelle, que a sus recién cumplidos 32 años tiene todas las papeletas para convertirse en el vencedor más joven del Oscar al Mejor Director. Su cuidada y nada superficial revisión del género musical en sus cánones más clásicos ha generado una repercusión mediática y viral de magnitudes inesperadas.
Todo gira entorno al jazz en la filmografía de Chazelle. Primero fue un trompetista, luego un batería y ahora un pianista, que sueña con montar su propio club, en el que nadie le diga lo que tiene que tocar, que se topa de repente con un aspirante a actriz, en la ciudad de los sueños a la cual esta película, en parte, sirve como carta de amor. Si bien este musical no tiene que ver en absoluto, ni temática ni argumentalmente, ni mucho en menos en tono y alma, con Whiplash, tampoco se trata de un celebración frívola ni de un tributo vacío a la edad de oro de Hollywood y su star system, por mucho que pueda aparentarlo en su promoción y en sus primeros compases, ni mucho menos.
Es más, en esa dicotomía entre el anhelo de una exitosa carrera en la industria del espectáculo, en mostrar la cara más desilusionante y agridulce de todo ello, la de los sueños rotos y esperanzas truncadas, así como el desigual éxito en una pareja que soñaba tocar el cielo angelino de la mano, reside la auténtica dimensión dramática de la película, su verdadera esencia, que se refleja en el tono melancólico de los compases y en las letras de cada una de sus piezas. Una banda sonora que combina la música de Justin Hurwitz, compañero del director en Harvard y desde entonces su compositor de confianza (y por cierto, también guionista televisivo, con un episodio de Los Simpson en su haber), las letras del dúo Pasek and Paul, con destacada experiencia en el teatro musical (y también en televisión, con la efímera Smash) y las rendiciones vocales de Ryan Gosling y Emma Stone, muy a la altura de las circunstancias. Además de John Legend como artista invitado.
Sería inexplicable que no se llevasen las estatuillas a la Mejor Banda Sonora y a la Mejor Canción, a la que son candidatos por partida doble. Las nominadas son City of stars y Audition (The fools who dream), dos grandes temas que definen a la perfección el espíritu y la esencia de la película. Pero yo, personalmente, tengo predilección por Mia & Sebastian's theme, pieza exclusivamente instrumental (y por tanto, no seleccionable para la estatuilla correspondiente), por reflejar como ninguna otra esa melancolía y ese regusto agridulce que se le queda a uno en cuanto entran los títulos de crédito, tras una sensacional secuencia final que empieza, precisamente, con una variación de esta pieza.