CÓMO VENDER MIERDA A GILIPOLLAS – 'EXIT THROUGH THE GIFT SHOP', de Banksy
EXIT THROUGH THE GIFT SHOP (2010) de Bansky
Cuando se sale del cine después de haber visto Exit through the gift shop el gesto en el rostro es de confusión. Si en ese instante alguien te pregunta "¿te ha gustado?" necesitarás al menos varios minutos para poder contestar. De lo que no se puede dudar es de que esta creación de Banksy es sorprendente e inesperada: entras pensando que vas a ver un documental y sales de la sala sin saber qué has visto realmente.
El protagonista de este documental o proyección de la realidad (depende de si te lo crees o no) no es como todo apunta Banksy, sino Thierry Guetta, un francés residente en Los Angeles, obsesionado con grabar todo con su cámara de vídeo. A través de su primo, uno de los aficionados a plasmar sus ideas en los muros de las ciudades, se introduce en el mundo del arte urbano. En su camino por este mundillo se relaciona con los más destacados creadores de la calle, entre ellos, Shepard Fairey, conocido por el famoso cartel Hope que sirvió a Obama durante su campaña electoral. Guetta solo piensa en grabar a estos artistas callejeros hasta que se marca la meta de conocer al más famoso y misterioso, Banksy.
El enigmático artista defiende que no se trata de un documental, sino de una creación salida de la improvisación y que la decisión de hacer una película se tomó cuando se había rodado más de la mitad del material. Sin embargo, esto es difícil de creer y parece simplemente una estrategia más, una nueva táctica del artista callejero para seguir alimentando el misterio que le rodea que ayuda a alimentar el aura de un mito que la prensa británica ha llegado a calificar de "terrorista artístico" o "tesoro nacional".
"Al principio quería titular la película Cómo vender mierda a gilipollas y al distribuidor le parecía bien. Pero lo de llamarla documental nunca", comenta Banksy en una entrevista publicada a en la revista Man. Este comentario es muy significativo porque condensa el sentido y significado del film. Para empezar, hace referencia a su principal audacia narrativa, que es la virtud más destacada de su creación. Ésta se produce en el momento en el que la película se centra en Guetta no como videoaficionado, sino como artista. Este giro conlleva un cambio completo de sentido: lo que iba a ser un documental sobre el arte callejero, pasa a ser una crítica mordaz sobre la falsedad del arte actual y un trabajo que consiste en enseñar cómo a través de las estrategias de marketing puede nacer un artista cuyo talento se basa en la copia constante de referentes.
Aunque este mensaje puede resultar evidente, lo que realmente hace pensar en este film es que es el propio artista callejero es el que crítica su profesión... y en este momento de confusión el espectador se plantea la siguiente pregunta, ¿Banksy está criticando lo que el mismo hace sin mirarse al espejo o está mostrando sus "vergüenzas" al espectador en una especie de confesión, en la que se incluye en este fenómeno capitalista del arte?.
Volviendo al comienzo de este análisis, ¿me gusta o no este filme? Pues, independientemente de los aspectos puramente fílmicos, todo depende de la interpretación que el espectador le de. En mi opinión, creo que Banksy está mostrándose sin tapujos ante la audiencia, ante sus fans, sacando los trapos sucios del oficio que le da de comer. Y, por cierto, muy bien. Por eso, me parece magnífica Exit through the gift shop, por esa confesión que juega a la ambiguedad.
En las pocas entrevistas que concede el artista sin rostro, aunque niega constantemente que sea un documental planificado, al mismo tiempo, él mismo responde a los mecanismos del fenómeno que suscita su figura: "La gente podría preguntarme: ¿Cómo pides anonimato si públicas un desplegable de seis páginas en el Times?. La respuesta es fácil: siendo un hipócrita descomunal".
Por cierto, os dejo aquí la polémica intro que Banksy hizo para el capítulo MoneyBart, de Los Simpson
Una cosa es no estar de acuerdo con un análisis y criticarlo y otra cosa es faltar al respeto de ese modo a alguien a quien ni siquiera conoces. Si quieres argumentar por qué su crítica no te parece acertada, adelante. Pero no vamos a permitir que digas ese tipo de cosas del trabajo de alguien. Puede gustarte o no, pero tu desacuerdo no te da el derecho de descalificar una opinión de esa manera.