EL NACIMIENTO DE UNA LEYENDA – TIEMPO DE VICTORIA: LA DINASTÍA DE LOS LAKERS
TIEMPO DE VICTORIA: LA DINASTÍA DE LOS LAKERS – Winning time: the rise of the Lakers dinasty
Cuando aún está fresca en nuestra memoria esa obra maestra del documental deportivo que fue El último baile, ese gigante de la televisión llamado HBO recoge el guante y se aproxima, esta vez desde la ficción, al equipo de leyenda inmediatamente anterior en el tiempo a los imbatibles Chicago Bulls de Michael Jordan de los noventa: los Lakers de Earvin 'Magic' Johnson y Kareem Abdul-Jabaar que conquistaron cinco anillos de la NBA y alcanzaron otras tres finales en los ochenta. Comandados en la mayoría de ese período por un antiguo "hombre de la casa" como Pat Riley, el conjunto angelino mantuvo todos esos años una rivalidad con los Boston Celtics de Larry Bird a la altura de la que nos han ofrecido Nadal y Federer en la pista de tenis durante una década o Messi y Cristiano Ronaldo en los últimos quince años de fútbol.
Comandan esta ambiciosa misión, a caballo entre el espíritu de la aclamada miniserie deportiva de ESPN y el tono y la estética de producciones de época "de la casa" como Vinyl, dos creadores con recorridos muy dispares, apadrinados por Adam McKay, que hace las veces de productor ejecutivo. Max Borenstein está curtido en el género fantástico y de terror, con la factoría Godzilla y las miniseries de The terror, además de ser el elegido para dar forma a uno de los spin-off de Juego de tronos que se prevé que vean la luz en los próximos años. Jim Hecht, por su parte, ha desarrollado buena parte de su carrera en la animación, en particular en la saga Ice Age y la serie Los padrinos mágicos.
Van tres episodios por el momento y, aunque es evidente que aún falta por ponerse la carne en el asador (ni se han vestido aún de corto), las sensaciones son buenas y -no menos importante- la dupla de creadores parece tener claro a dónde quiere ir y cómo hacerlo. En lo narrativo, el relato pivota entre dos grandes figuras: la de un joven Magic Johnson dentro de la cancha y la de Jerry Buss, nuevo dueño del club y arquitecto de la era Showtime, desde los despachos y demás lugares donde se deciden los negocios. En lo estético, se recrea de manera bastante elegante la textura de la imagen televisiva de aquellos años y se recurre progresivamente a las rupturas de la cuarta pared, en una suerte de antesala del mockumentary.
Con esos mimbres y un reparto que combina la veteranía de pesos pesados como John C. Reilly, Adrien Brody o Sally Field con savia nueva como Quincy Isaiah o Hadley Robinson hay motivos para seguir con atención esta miniserie, que seguramente no consiga el impacto El último baile ni se cuele entre los mejores productos de la historia de HBO (básicamente porque eso es francamente difícil), pero sí ganarse un puesto entre las mejores ficciones seriadas del año.