COMO SIEMPRE, PERO ÚNICA - 'LAS VENTAJAS DE SER UN MARGINADO', de Stephen Chbosky
LAS VENTAJAS DE SER UN MARGINADO - The perks of being a wallflower (2012) de Stephen Chbosky
Por mucho que su elaboración consistente, de suplemento dominical, invite a lo contrario, siempre se me antoja difícil acercarme a una película de estas características sin despojarme del todo, al menos en la esfera inconsciente, de ese cansino chip de “este es otro drama adolescente made in Sundance más”, con el grado despectivo que sea. Ya la mera expresión “película de estas características”, que acabo de escribir, confirma lo que quiero decir. Cierto que es difícil, pues aunque que no quieras, (casi) todas, la que más y la que menos, parecen responder a un cierto patrón de contexto, de estética, de hilo musical, de factores de producción (como el hecho de juntar a caras más conocidas, en proceso de desencasillamiento, con planteles amateurs), y en general, de una manera muy particular de sentir el cine, alejada de los códigos más mainstream pero también ampliamente distanciada de las propuestas más formalmente divergentes que copan buena parte dos festivales, y convertida en escuela desde que Robert Redford decidió, allá por los ochenta, bautizar con un de sus personajes más legendarios a una industria alternativa, a una manera diferente de hacer cine en los Estados Unidos.
Sí, Las ventajas de ser un marginado (nuevamente, la traducción esquilma los matices y la mayor fuerza connotativa del título original, The perks of being a wallflower), es todo esto, es una más, pero al mismo tiempo, es única y diferente. No se puede parar de disfrutarla, de empatizar con sus protagonistas, por mucho que el aroma del deja vu quiera copar nuestro olfato. El melodrama y la comedia discreta se muestran tan diluidos que non dejan ver sus moldes, ni mucho menos sus líneas de de separación. En su clásica trayectoria de aceptación, integración y búsqueda de identidad, con un catalizador, canónico pero efectivo, como es una historia de amor no precisamente fácil, todo en un gran contexto de cambios vitales generacionales, el conjunto gana en empaque, consistencia y significación a través de un subrelato fantasmático abrupto, en pequeñas doses y sin marcas que lo delimiten, que opera en el terreno de las causas pero non deja nunca de estar presente para acabar siendo, al mesmo tempo, efecto y obstáculo final.
La actitud para acercarse a este film, debut en la dirección de Stephen Chbosky, adaptando su propia novela, homónima, dependerá de cada uno. Pero en todo caso, tendremos esa misma mezcla de sensaciones, con solución positiva: estaremos ante lo de siempre pero al mismo tiempo disfrutaremos de algo genuino. Sí, en ese orden. Hasta el punto de haberla metido en mi particular decena prodigiosa del año.
A mi me gustan, no se muy bien porque, las películas de adolescentes (quizá porque me quedé un poco anclado en esa época) pero es que en esta ocasión Chbosky nos sorprende con una historia muy buena, y como bien dices desde el título "Como siempre pero única". Me siento cercano a los personajes y ojalá en mi adolescencia hubiera podido disfrutar de personas como las que se describen en la película.
Un saludo