DVD y BluRay: WONDER (2017) de Stephen Chbosky
LAS VENTAJAS DE SER (EXTRA)ORDINARIO
Desde que hace ya unos cinco años (cómo pasa el tiempo, en serio) me quedé prendado de la fabulosa Las ventajas de ser un marginado, apunté a conciencia el impronunciable nombre de ese hasta entonces desconocido cineasta (que adaptaba su propia novela), atento a sus próximos movimientos. Se hizo de rogar, sí, pero en un plazo corto de tiempo ha golpeado dos veces, y para bien: primero, hace un año a estas alturas, con el guión de la más que interesante relectura en acción real de La bella y la bestia de Disney. Y a finales de año con esta pequeña gran tapada, que entre la vorágine navideña y festiva de diciembre se me escapó pero ahora el mercado del vídeo doméstico me brinda en segunda ronda.
En resumidas cuentas, que comencé el visionado con expectativas, las cuales no han quedado defraudadas ni un segundo del metraje. De las (literales) ventajas de ser un marginado a los obstáculos en la aventura por ser uno más en la cruel y despiadada jungla de las aulas y los pasillos escolares, que no dan tregua a quien se adentra en la misma con un desventaja tan difícil de relativizar como una deformidad facial producida por una enfermedad rara. Pero aquí precisamente la grandeza de Chbosky (que en esta ocasión parte de un novela ajena y se hace acompañar de otros dos guionistas) radica en convertir esa especie de "antítesis" en una auténtica síntesis, en transformar la lucha de este pequeño "hombre elefante" por encajar en un prodigio que revoluciona, para bien, las vidas de quienes, por una circunstancia u otra, giran alrededor de él, cual sistema planetario en el que el "patito feo" hace las veces de sol. Su excepcionalidad como la mejor manera de llegar a ser "un ladrillo más en el muro", pero aquel ladrillo que resplandece cual estrella con luz propia.
En ese contrapunto, que enriquece y diferencia un relato cuya premisa ha sido tantísimas veces empleada, resulta especialmente interesante el arco de la hermana mayor del protagonista, tan inevitablemente necesitado de permanente atención y protección que precisamente en la falta de las mismas ha cultivado profundas inseguridades, ante cual cabe poca lamentación que no sea tildada de egoísta y desconsiderada. Una pieza más de un completo mosaico de conflictos más o menos ordinarios que pivotan en torno a uno fuera de lo común. La narración, por otra parte, prefiere reflejar la superación y la redención de la crueldad infantil en lugar de recrearse en la crudeza del acoso escolar, del ataque al diferente, y ahí radica otro de sus grandes aciertos.
Pero además de un grandioso guionista, Chbosky vuelve a mostrar mucha solvencia en el apartado de la dirección de actores. Supera con nota las tres ligas: la infantil (ojo a Jacob Tremblay), la adolescente (Izabela Vidovic, gran revelación de esta película) y la adulta, con Julia 'Dorian Gray' Roberts moviéndose como pez en el mar fuera de sus habituales "piscinas" y Owen Wilson y Mandy Patinkin en variantes de lo que mejor saben hacer, pero pocos lo saben hacer mejor que ellos. Por si no queda claro, me seguiré quedando con el nombre de este cineasta: no es impronunciable, es extraordinario.