OSCARS 2019: LA CRÓNICA
EL VERDE SE IMPONE AL BLANCO Y NEGRO
La sorpresa y el ir a contracorriente de los pronósticos es de los pocos recursos que le queden a la Academia para darle algo de aliciente a las galas cada vez más anodinas de los Oscar, cuyo visionado aquí un servidor ha descartado por segundo año consecutivo, prefiriendo el infravalorado placer de dormir plácidamente. Fuese por el sistema de votación que prima el consenso, porque aún era muy pronto para darle a Netflix una distinción tan potente o directamente porque los cronistas, quinielistas y demás opinadores le dimos al "huracán Roma" una dimensión que realmente no tenía (más bien esto último), los académicos han preferido esa visión tan particular sobre el racismo en el sur estadounidense de los sesenta de Green Book (la segunda en las apuestas, para ser sinceros), que sumó también las estatuillas de Mejor Guión Original y Mejor Actor de Reparto para Mahershala Ali, sólo dos años después de conquistar el mismo apartado por Moonlight.
Pero no se puede decir que haya sido una noche aciaga para Alfonso Cuarón, más bien lo contrario. Al igual que pasó hace ya cinco años con Gravity, conquistó el apartado de Mejor Director... sin que su criatura se llevase el mayor de los honores. Pero más allá de eso, sumó a esa estatuilla la de Mejor Fotografía (primer cineasta en conquistar ambas en toda la historia de estos premios) y, por supuesto, la cantadísima categoría de Mejor Película de Habla no Inglesa. Una decena de estatuillas para sus dos últimas películas, cinco de ellas para su propia buchaca. Y por cierto, en cinco de las últimas seis ediciones el Mejor Director ha sido mexicano: el mencionado doblete de Cuarón, otros tantos para Alejandro González Iñárritu (Birdman y El renacido) y el del año pasado para Guillermo del Toro por La forma del agua. Sólo Damien Chazelle (cuyo First man se llevó los Mejores Efectos Visuales) resistió al dominio azteca con La la Land.
La otra gran sorpresa de la noche llegó en la categoría de Mejor Actriz: ni a la séptima fue la vencida para Glenn Close, que sucumbió ante La favorita Olivia Colman. Rami Malek y Regina King, como era de esperar, se llevaron sus respectivas estatuillas a casa. Bohemian rhapsody conquistó otros tres apartados a mayores, tres también se llevó Black Panther (entre ellos, el de Mejor Banda Sonora), el Spike Lee Infiltrado en el KKKlan se quedó con el de Mejor Guión Adaptado, Lady Gaga (como estaba visto) el de Mejor Canción por Shallow (del cuarto remake de Ha nacido una estrella) y El vicio del poder se tuvo que conformar con el de Mejor Maquillaje. Free Solo fue el Mejor Documental, Spider-Man: un nuevo universo la Mejor Película de Animación y la Madre de Sorogoyen se quedó "corta" en el apartado de ficción.
Pero la mayor de las sorpresa la tenemos en casa. Tras cuatro años de paseo militar, Alex Merino ha perdido su trono en las quinielas de EnClave de Cine. ¡Larga vida al nuevo rey de los pronósticos, Pedro Mandías!
Os dejo con lo poco que me parece interesante de estas galas, la sección de in memoriam, donde este año hemos tenido a Bertolucci, Milos Forman, Stan Lee, Burt Reynolds o el actor suizo Bruno Ganz (protagonista de la escena más parodiada de la Historia del Cine), que nos ha dejado este mismo mes.
Críticas publicadas: Bohemian rhapsody, Border.
Temporada de premios
Asociación de Críticos de Chicago
Asociación de Críticos de Los Angeles
Círculo de Críticos de Nueva York
Sindicato de Productores (PGA)
Un comentario en «OSCARS 2019: LA CRÓNICA»