DIVERTIDA, EMOTIVA… Y MUY NECESARIA - SEX EDUCATION

SEX EDUCATION - 2ª TEMPORADA

En estos tiempos en que lo retrógrado es trending topic y un sector preocupantemente numeroso de la sociedad lo percibe como algo cool y hasta contestatario, se agradecen como agua de mayo relatos que responden a esos anacronismos con una de las armas más poderosas con las que se pueden combatir: el humor. Un humor que se hibrida de manera muy hábil con el drama sin apenas dar trazos de dónde acaba uno y dónde empieza otro. 

Pero más allá de su oportunidad en el contexto actual de peligrosas derivas ultraconservadoras, Sex education cumple una misión mucho más esencial y a largo plazo: desmontar toda esa mitología del amor romántico, de los grandes gestos y numeritos, con la que la narrativa occidental nos lleva tanto tiempo dando la matraca, en todos sus formatos, y que tanto ha contribuido, de manera más o menos consciente, a legitimar las relaciones tóxicas en nuestro imaginario. Por mucho que haya innombrables que quieran negar la mayor, la educación afectiva y sexual de la infancia y la adolescencia es muy necesaria.

Porque no, el amor no lo justifica todo y su reciprocidad no se logra a base de insistencia. El que la sigue no la consigue, sino que acosa. Y no, asegurarse de que la otra persona está a gusto durante el acto sexual no es hipercorrección política, es algo positivo y muy sano. Mensajes que la serie ya dejaba claros en su primera temporada y que ahora reafirma, a la vez que se mete por otros (necesarios) derroteros, como la desmitificación de la primera experiencia sexual y, sobre todo, el de todas esas agresiones sexuales menos visibles y la necesidad de apoyo a sus víctimas (memorable esa celebración de la sororidad en el penúltimo episodio al ritmo de Make your own kind of music).

La ampliación del relato y de sus distintos conflictos pasaba necesariamente por darle un mayor peso al drama en el conjunto, sin que el tono de comedia de su primer año se resienta. Desde nuevas tramas hasta reversos (más) dramáticos de las ya existentes, con nuevos personajes que dan bastante juego (con respecto a los personajes ya conocidos pero también en sí mismos), la serie engrandece su universo sobre todo hacia el terreno de los adultos y sus relaciones, que en la pasada temporada habían quedado más en segundo plano.

Este segundo volumen se ha cerrado con multitud de cabos abiertos en prácticamente todas las direcciones y deja muchísima tela que cortar todavía. Netflix, ¡no nos dejes en coitus interruptus! (nunca mejor dicho).

Ficha técnica