OSCARS 2020: LA CRÓNICA
¿FIN DE LA HEGEMONÍA ANGLOSAJONA?
Cuando parecía que todo el pescado estaba vendido ya antes de abrir la plaza de abastos, va la AMPAS y nos vuelve a sorprender con un "girito" final. Tampoco se puede hablar de un triunfo de Parásitos contra todo pronóstico, pues a pesar del gran favoritismo con el que llegaba a la gala de anoche 1917 (que traía bajo el brazo el Globo de Oro, el BAFTA, el PGA y el DGA), la película de Bong Joon-Ho era la alternativa mejor señalada.
La otra "tapada" era Érase una vez en… Hollywood, que sólo sumó el galardón para Brad Pitt y para su Diseño de Producción y quedaría como la gran derrotada de esta edición de no ser por el "cataclismo" del film de Sam Mendes: de principal candidata a irse con las estatuillas de Fotografía, Mezcla de Sonido y Efectos Especiales. El irlandés nunca llegó a tener buen karma en esta temporada de premios pese a su decena de nominaciones, así que poco se puede hablar de expectativas defraudadas.
A algunos (me incluyo) nos parecía poco menos que imposible que una película no estadounidense y de habla no inglesa (condiciones para competir en el apartado rebautizado como Mejor Película Internacional) pudiese conquistar la categoría reina. Pero para todo hay una primera vez. No fue Roma, que el pasado año estuvo cerquísima, fue una que realmente lo merecía. Parásitos se convierte así en la primera película en romper esa estadística, o lo que es lo mismo, en conquistar los premios a la Mejor Película y Mejor Película Extranjera. Se trata de la segunda producción no anglosajona en ganar el "gordo", tras la francesa The artist (muda y no elegible en la categoría internacional).
Corea del Sur llevaba dos décadas exportando cine al más alto nivel. Cineastas como Kim Ki-Duk, Park Chan-Wook, Lee Chang-Dong, Hong Sang-Soo o el propio Bong Joon-Ho se convirtieron en "sospechosos habituales" de los grandes festivales y en "niños bonitos" de la crítica internacional. Era cuestión de tiempo esta gran forma del cine surcoreano se plantase en la primerísima plana comercial y académica. La primera película de aquel país en alzarse con la Palma de Oro (lo que le valió un éxito internacional de taquilla) fue también la primera en pasar el corte de nominadas a Mejor Película Internacional y, a la postre, en conquistar la mayor de las glorias. Por si fuese poco aliciente, Parásitos es junto a Marty (1955) el único film en conquistar los máximos galardones de la academia estadounidense y del festival francés.
Entre los motivos de su victoria se puede encontrar el sistema de voto preferencial (que explica muy bien Gregorio Belinchón) o la presencia cada vez mayor de académicos de otros países. Hollywood se quiso abrir tanto al mundo que la hegemonía de la industria anglosajona en sus propios premios se empieza a debilitar seriamente. La crisis de ideas de las majors provocó una mayor presencia de la producción independiente en estos galardones desde principios del siglo XXI. Visto el éxito relativo de Roma en la pasada edición y el absoluto de Parásitos en esta, ¿podemos decir que comienza una nueva era en los Oscar?
Un triunfo de consenso y una tendencia al alza
El voto preferencial y su particular diseño puede explicar la victoria del film coreano en la categoría reina, pero no en los premios de Guión Original y Dirección, que se siguen rigiendo por mayoría simple en la votación final. El éxito de Bong Joon-Ho en ambos apartados demuestra, por un lado, que el de Parásitos es un triunfo de consenso, y por el otro, confirma la tendencia al alza del talento internacional en los reconocimientos académicos. El coreano es ya el segundo cineasta consecutivo (y en total) en llevarse el premio a la Mejor Dirección por un título de habla no inglesa, tras Cuarón el año pasado. En seis de las últimas siete ediciones esa estatuilla ha acabado en manos de realizadores no anglosajones. Lejos de vanidades pueriles, Bong se acordó en su dircurso de agradecimiento de Scorsese, al que no veía como un rival sino como un maestro, un referente en el que se fijó desde que decidió dedicarse al cine.
Otra tendencia que se mantiene es la del fin de las grandes acumulaciones de premios. Desde el arrase de El retorno del rey en 2004 ninguna película ganadora del premio principal ha sumado más de cinco Oscars, con la excepción de Slumdog millionaire en 2009 (con ocho) y En tierra hostil al año siguiente (con seis).
Poco que decir de los premios actorales, pues los cuatro apartados estaban cantadísimos y rara vez suele haber "giritos" finales por esas categorías. Salvo Renée Zellweger, que ganó uno como Actriz de Reparto por Cold Mountain en 2004, los otros tres se estrenan y saldan sus particulares deudas históricas con los Oscars. En los casos de Joaquin Phoenix y Brad Pitt ha sido a la cuarta (aunque Pitt tiene uno como productor por 12 años de esclavitud) y en el de Laura Dern (así como en el de Zellweger como protagonista) a la tercera. Y hablando de actores, estamos en el primer caso desde Slumdog millionaire de una película que se lleva el "gordo" sin tener a ningún intérprete nominado. Ahora bien, si hubiese (guiño, guiño) una categoría de Mejor Reparto, como sí ocurre en otros premios, Parásitos sería la principal candidata a llevárselo… con permiso de Historia de un matrimonio y El irlandés.
Por los que ya no están
Una emotiva rendición de Yesterday a cargo de Billie Eilish puso la nota musical al tradicional In Memoriam, el momento de acordarse de todos esos artistas, profesionales y demás miembros de la gran familia del cine que han fallecido en los últimos doce meses. Junto a las recientes desapariciones de Kirk Douglas, Terry Jones o Kobe Bryant (cuya mención especial abría el vídeo tributo) pudimos ver a Agnès Varda, Danny Aiello, Ruger Hauer o Stanley Donen, entre muchos otros. Sit vobis terra levis.
Elsa, la princesa políglota
En unos premios de vocación cada vez más internacional, ¿qué mejor idea que juntar a las voces de Elsa en varios países para que canten todas juntas junto a la "original", Idina Menzel? De esta manera se nos presentó la candidata (no exitosa finalmente) a la Mejor Canción Into the unknown, de Frozen II. La lengua de Cervantes fue la única con dos representantes, Gisela (versión española) y Carmen Sarahí (versión latinoamericana), lo cual nos dejó una curiosa anécdota en los rótulos que anunciaban a cada cantante y su respectivo idioma: mientras a la mexicana le pusieron bien claro 'Spanish', a la catalana la asociaron al 'Castilian'. Seguro que más de uno por el mundo adelante ha quedado un tanto confuso.
El retorno del rey… de las quinielas
Las quinielas de los Oscar en EnClave de Cine son una competición a tres bandas en la que siempre gana Alex Merino. Así es, nuestro compañero donostiarra ha reconquistado 'su' corona, que el año pasado le arrebató por un estrecho margen mi paisano Pedro Mandías (la excepción que confirma toda regla). El volumen medio de aciertos fue elevado y la victoria se decidió nuevamente por una categoría, una de las más dudosas de esta edición: la de Mejor Documental. Con una opción distinta por cada contendiente, el colega se la jugó a la denuncia social de Netflix en American factory… y ganó, con un total de 16 aciertos, por 15 de Pedro y míos.
Lo que sí es preocupante es lo mucho que se nos escapan los giros finales en la categoría reina, tan recurrentes en estas últimas temporadas. Desde 2015, primer año en que lanzamos el actual formato con tres participantes, se nos ha escapado siempre el acierto en el apartado de Mejor Película… sólo se salvó el año pasado Pedro por jugársela con Green book, lo que a la postre su (efímera) corona.
Esto es todo por ahora. La temporada de premios se ha acabado pero el cine y las series no paran y aquí seguiremos al pie del cañón mientras el cuerpo y la mente aguanten. ¡Muchas gracias por leernos!
Críticas publicadas: El irlandés, Los dos papas, Star Wars: el ascenso de Skywalker, Vengadores: Endgame.
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